｡･:*:･ﾟ★ DEAD MAN
❝así que, en otras palabras, ¿soy básicamente una versión mucho más oscura y destructiva de una bruja que arruina la vida?❞
DONDE la vida de adrian martin da un vuelco repentino cuando se ve envuelto en el inusual caos de scott y...
CAPÍTULO VEINTICUATRO por favor, encuentra a mi hermana.
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ADRIAN MARTIN BOSTEZÓ AL DESPERTARSE EN LA CAMA DEL HOSPITAL EN LA QUE HABÍA ESTADO TODO EL FIN DE SEMANA, ESTIRÁNDOSE AL OÍR UNA RISITA. Abriendo un ojo, vio a Stiles Stilinski entrar en la habitación con una bolsa de comida en las manos. —¿Disfrutaste de tu siesta de gato mientras estuve fuera?
—Sí. —El Martin se estiró, estirando las extremidades antes de soltar un suspiro y abrir los ojos. Extendió la mano hacia la bolsa que llevaba su novio, haciendo un movimiento de agarre—. Dame, dame.
Stiles puso los ojos en blanco mientras le entregaba la bolsa, viendo cómo el pelirrojo se lanzaba a por ella como un animal. Su propia comida fue lanzada sobre él, los dos chicos felizmente comiendo. —Lydia está despierta, por cierto. Lo comprobé antes de entrar. —La voz de Stiles estaba apagada por la comida rellena, pero su novio le oyó.
La cabeza de Adrian se levantó, un trozo de lechuga de su hamburguesa cayó de su boca mientras hablaba.
—¿Qué? ¿Está bien? ¿Cómo está su mordida? —Preguntó con urgencia, agarrando con más fuerza su comida. Decir que el chico estaba angustiado sería quedarse corto. Adrian Martin no había podido abandonar la cama del hospital a pesar de sentirse mejor.
Su madre y su padre aún no habían venido a darle el alta, por lo que estaba confinado en la aburrida habitación que le habían dado. Lo único que quería era saber que su hermana estaba bien.
—Al menos está despierta —Stiles se encogió de hombros, rascándose la nuca en señal de nerviosa indecisión. Suspiró—. Scott y yo comprobamos su mordedura cuando estabas inconsciente, no se ha curado.
—Como a mí. —Adrian declaró, su rostro se volvió confuso—. Entonces, ¿Lydia también es una Nigromante?
Stiles se encogió de hombros. —No lo sé. Ella parece estar bien. La nigromancia puede ser algo que se transmita de familia, pero es raro. —Explicó—, Lydia podría ser otra cosa.
—Eso o es inmune a la mordedura. —Sugirió esperanzado el pelirrojo, tratando de mantener el ánimo por su hermana—. Tal vez sea diferente para las mujeres.
—Sí, tal vez. —Stiles asintió, parecía poco convencido mientras miraba su comida. Entonces tuvo el repentino impulso de cambiar de tema—. Necesitamos bocadillos. Voy a la máquina expendedora, ¿quieres algo?
—Mataría por un poco de chocolate —Adrian gimió, removiéndose en la cama. Stiles lo miró confundido, el pelirrojo sólo se encogió de hombros—. Voy contigo.
—Pero deberías estar descansando. —Intentó razonar Stiles, ayudando no obstante a su novio a levantarse por si se hacía daño.
—Voy a una máquina expendedora, —espetó Adrian, usando la mano de Stiles para apoyarse—. No es como si fuera a marcharme de aquí.
