23

52 5 3
                                    


Las veces que Jisung había llorado eran incontables.
Con el tiempo la herida fue sanando, pero fue muy difícil ir a la escuela y ver a Minho actuar como si nada, cada vez estando más cerca de aquel rubio.

Jisung temía que sus sospechas eran ciertas, y que el pelinegro si sentía una atracción hacia Sunoo. Ya que, incluso sabiendo que no era su admirador secreto, seguía hablando con el y sonriéndole.

Jisung no tenía a nadie con quien desahogarse, quizá algún amigo de la infancia, pero le resultaba tan difícil convivir con las personas, todos sus sentimientos estaban guardados dentro de sí mismo con llave. Sabía que si un día decidía irse del mundo, probablemente nadie sabría por qué, o más bien, nadie se enteraría, nadie lloraría por el.

Limpió sus lágrimas y decidió dejar de sufrir por alguien que al final del día ya estaba conociendo a alguien más, y que pronto dejaría de ver.
Si, era cierto, ya faltaba una semana para que Lee Minho acabara la prepa y se fuera a la universidad.

A pesar de todo lo ocurrido, su corazón todavía sentía cosas por el, así que le daba mucho sentimiento pensarlo. Se había separado de su alma gemela y ahora lo perdería para siempre. No quería que eso pasara, en verdad le gustaría despedirse al menos por última vez, desearle suerte en la universidad, en su vida adulta. Pero hacerlo por mensaje no era una buena idea, desde la última vez que hablaron no había entrado a su chat. 

En un arranque de emociones y de nostalgia, empezó a trazar un dibujo en su libreta de tareas. Poco a poco iba teniendo forma hasta finalmente representar el rostro de su ex novio en el que tanto estaba pensando.

Al darse cuenta de esto, Jisung puso sus delicadas manos en su rostro, sabiendo lo mal que estaba por seguir enamorado de él. Luego de mirar el dibujo por unos minutos, una idea llegó a su mente, tomando el cuaderno y un bolígrafo en manos.

_____________________________

Era un miércoles a las 3:00 pm, todos los alumnos estaban amontonados ya que recién había sonado la alarma para salir.

Minho se encontraba parado en el estacionamiento de la preparatoria, esperando a su amigo con el que iría a su casa.

De pronto pudo ver a lo lejos como Jisung se iba acercando, hace mucho tiempo que no se lo encontraba en la escuela, incluso temía que se hubiera dado de baja nuevamente. Pero le alegraba darse cuenta de que no era así.

Se ve bien. — Se dijo internamente.

Cuando Jisung levantó la mirada y se percató de que Minho estaba en frente empezó a caminar más lento. Ambos hicieron contacto visual que duró poco, sin embargo Minho trató de brindarle una pequeña sonrisa que le hiciera saber que no habían terminado tan mal como la primera vez que dejaron de hablar. Jisung se sorprendió, sin embargo le devolvió la sonrisa por instinto, bajando la mirada de inmediato por la vergüenza y dando la vuelta para pasar por otro lado.

Minho soltó un suspiro al ver al menor hacer eso. Por un momento había pensado que quizá quería hablar con el, pero no fue así.
Jisung se veía tan lindo como siempre, aunque su cabello ya no era rubio, era más oscuro como un color castaño. Con todo lo que se hiciera se veía bien, incluso mejor.

El pelinegro estaba agradecido de que Jisung le haya devuelto la sonrisa. Su corazón latía con mucha fuerza, pero sabía que más que amor era paz lo que sentía de no estar en malos términos con el menor al que tanto había querido.

secret secret. - minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora