❤️🐉 Ojos Rojos Del Dragón ❤️🐉 - A SMG4 Fanfic _ ⁠♡SMG34♡

3.- El Día Que Todo Cambio

La mañana siguiente desperté, era ya algo tarde, pero a mí me dolía demasiado la cabeza (Algo lógico, porque me la pasé llorando toda la noche)... El Sol pasaba por la ventana de mi cuarto y yo seguía hecho bolita en el suelo... Me levanté y me ví al espejo... Mi cabello negro estaba hecho un desastre, mientras que bajo mis ojos había una enormes ojeras... Simplemente me recosté sobre mi cama...

Luego, recuerdo que escuché como tocaban a mi puerta... Al abrir, noté que era Mario... El llegó y lo primero que hizo fue darme un poco de pan que Tari y Melony le habían dado para mí... Era para que me sintiera mejor... Luego empezamos a conversar y el me contaba uno que otro chiste... De verdad me quitó esa pequeña depresión que me había dado la reina Princesa Peach...

Cuando se hizo de noche, fue el momento de decir adiós... Me despedí de Mario agradeciéndole todo lo que había hecho solo para que me sintiera mejor... Nos dimos un abrazo y luego se fue... Entonces, saque mi libro "La Esperanza" y comencé a escribir unos capítulos más... Me sentía tan inspirado que no recuerdo hasta que hora me quedé despierto escribiendo...

De repente, mi escritura fue interrumpida por un fuerte ruido... Guardé mis libros en una mochila y decidí salir a ver qué estaba pasando... Al salir a ver qué estaba pasando, noté que la aldea y el bosque estaban en llamas... Entonces, escuché un grito de ayuda Meggy, así corrí rápidamente y cuando llegué al lugar de donde provenía el grito, me encontré con ella, estaba tirada en el suelo... Tenía una enorme herida en el ojo y le estaba sangrando mucho...

- ¡¡MEGGY!! - grité mientras trataba de ayudarle a levantarse - ¡¿Qué demonios está pasando aquí, porque el bosque está ardiendo en llamas?! -.

- ¡¡Los dragones empezaron a atacar todo el lugar, incendiaron el bosque y ahora vienen hacía acá!! - respondió la pelinaranja.

- ¿¡Qué, pero porque!? -.

- ¡¡SMG4 son bestias, nadie puede saber lo que van a hacer!! -.

Acto seguido, se escuchó una fuerte explosión y el castillo de la reina explotó... Los Caza-Dracomanos se dirigieron rápidamente a esa dirección... Meggy se levantó y empezó a correr en dirección...

- ¡¡SMG4, ve al refugio con Mario, Tari y los demás!! - me gritó mientras se iba.

Solamente asentí con la cabeza y me fuí al refugio... Sin embargo, al llegar descubrí que mis amigos estaban en otro refugio... Así que simplemente me senté en una de las esquinas, cerca de varios niños... Poco después de que llegué al refugio se escuchó un ruido muy fuerte... Cómo sí se acercara algo enorme... El ruido aumentó demasiado... Hasta que el lugar explotó... Recuerdo como todos intentaban escapar... Luego algo me golpeó la cabeza y la espalda... Y caí inconsciente al suelo...

Cuado desperté de nuevo, me di cuenta de que el refugio estaba totalmente destrozada... Y que todos los que estaban ahí habían fallecido... Todos esos aldeanos de Rune... Muertos frente a mí... Empecé a sentir como mis lágrimas salían de mis ojos, mientras veía los cuerpos sin vida de aquellos niños, que hacía menos de una hora, estaban vivos, justo a mí lado...

De repente, escuché un batir de alas... Y al voltear arriba, ví a un dragón... Sentí como mi corazón empezaba a latir más rápido... Me paré rápidamente y empecé a correr con dirección a la salida de Rune... Estaba tan asustado, que no me importaba el hecho de que jamás había ido tan lejos... En ese momento yo solo quería alejarme de ahí lo más rápido posible...

Seguí corriendo, hasta que llegué al bosque de "Draris Nocturnis" o mejor conocido como hogar de las bestias... Ahí por fin me detuve a tomar aire... Sin embargo seguía caminando rápidamente, ya que no quería que alguna cosa me atrapará... Pero de repente escuché algo, como si fuera un grito de ayuda... Solo que, parecía que era de un animalito, muy pequeño... Me acerque de dónde provenía y para mí sorpresa, me dí cuenta de que aquella criatura que estaba pidiendo ayuda era un Beeg...

Los Beeg son unas criaturas muy extrañas y muy especiales, ya que no se acercan a los humanos, a menos que estén invadiendo su territorio... Y de hecho, se creían extintos, ya que hacía mucho tiempo que un humano veía una... Sin embargo, ahí estaba aquel animalito, con su increíble forma humanoide, pero redonda y muy pequeñita... Al acercarme más a él, me dí cuenta de que estaba atrapado debajo de un árbol medio quemado... Así que, con mucho cuidado, empecé a intentar quitar el árbol...

Estaba algo pesado, pero al estar quemado, era también más fácil moverlo... Me tardé alrededor de 10 minutos, pero por fin logró liberar al pequeño Beeg... Sin embargo me hice una cortada en la mano... No era una cortada muy grande, pero aún así dolía... Yo creía que el Beeg se iría corriendo una vez que lo liberará... Pero no... Se quedó, observando mis ojos...

- Hola pequeñín... - dije - ¿Estás bien? -.

No respondió... Solamente se me acercó más y se le quedó viendo a mi herida... Parecía muy preocupado...

- Yo voy a estar bien... Tan solo necesito una venda y voy a estar como nuevo -.

El Beeg brinco a mi regazo... Yo estaba totalmente impactado, jamás creí que fuera a estar tan cerca de uno... De repente, empezó a lamer mi herida...

- ¡No, espera! - traté de decirle.

Pero por alguna extraña razón, mi herida se empezó a sentir mejor... Cómo sí me estuvieran curando... Una vez que terminó, noté que mi herida ya estaba totalmente sanada... Acto seguido el Beeg empezó a brillar, cómo si fuera una estrella y se transformó en una mini copia mía...

- Que interesante criaturita eres- le dije con una sonrisa.

Le dí un abrazo, mientras el pequeño Beeg se emocionaba mucho... Luego de eso, lo dejé en el suelo, listo para seguir con mi viaje... Pero comenzó a seguirme... Capte rápidamente la indirecta... El pequeño Beeg quería venir conmigo...

- ¿Amiguito, estás seguro de eso? - le pregunté algo triste - Ni siquiera sé adónde voy... Solo quiero alejarme del peligro... Y acabo de perder mi hogar... -.

El Beeg hizo un sonidito afirmativo, así que yo le respondí con una sonrisa... Comenzamos a caminar de regreso a Rune... Con un poco de suerte, los dragones ya se abrían ido y los sobrevivientes iban a empezar a reconstruir el lugar... Si se daba prisa, tal vez podría ayudar en algo antes de volver a ver a sus amigos... Seguimos caminando, hasta llegar al mismo lugar donde años atrás, el niño dragón me había salvado...

De nuevo escuché el mismo batir de alas que había escuchado en Rune... Mientras que la tierra debajo de mis pies empezaba a temblar... No había duda... El dragón me había estado persiguiendo y al fin me había acorralado... Y el acantilado comenzaba a romperse poco a poco... Mi corazón se aceleró de nuevo... Mientras que todo mi cuerpo trataba de controlarse y no caer al lago de Crystal...

De pronto, el dragón bajó al suelo... Ahí estaba... La majestuosa bestia estaba parada frente a mí, mirando fijamente a mis ojos azules... Mientras que el Beeg se escondió detrás de mí, por el miedo... Por alguna razón, empecé a sentir un poco más de calma... Ahí estábamos... Simplemente y sencillamente nos mirábamos mutuamente a los ojos... Hasta que escuché un grito...

- ¡¡¡ALÉJATE DE MI AMIGO, MALDITA BESTIA ALADA!!! -.

Era la voz de Saiko, voltee a verla, estaba totalmente lastimada y tenía un brazo dislocado...

- ¡¡SAIKO, ESPERA!! - le grité.

Pero era tarde, al haber intentado atacar al dragón, éste había reaccionado atacando a toda velocidad... El movimiento hizo que el acantilado se rompiera totalmente... Abracé al pequeño Beeg, mientras que me hacía bolita... Igual que aquel día hace tantos años... Solo que está vez, nadie me iba a salvar... Cerré mis ojos, mientras escuchaba el sonido del furioso río...

Después, recuerdo que caímos al agua con tanta velocidad, que me dejó medio inconsciente... Luego escuché el rugido de un dragón... Cada vez me hundía más y más... Mientras que la luz de la luna dejaba de verse... Acto seguido me quedé totalmente inconsciente, mientras me llevaban las corrientes del lago Crystal...