( 𝐂𝐋𝐀𝐒𝐇 𝐎𝐅 𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍𝐒 ) ＃Jacaerys Velaryon.
─My pleasure is their pain, I love to watch the castles burn.
━━━━━━━𝗗onde Daena Targaryen vive
un romance prohibido con su
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Daena tomó la corona del Rey Viserys entre manos y observó como la arena que comenzaba a enterrar sus pies caía de esta. La corona no era un objeto peligroso pero sus puntas eran exageradamente filosas. Un ligero movimiento provocó un corte en su dedo y debido al reflejo dejo que cayera al suelo, el escenario cambio con rapidez removiendo la arena que antes quería enterrarla, ahora se encontraba en el salón del trono donde la corona del conquistador posaba sobre el trono de hierro y las hojas de las espadas sangraban. Unos estandartes se encontraban en llamas pero no lograba identificar a que casa pertenecían, pues no parecía una de las que conociera. La presencia de un ser extraño se hizo notar y lo único que Daena pudo observar fue un enorme dragón antes de que esté la dejará en medio de una llamarada dorada de fuego.
La princesa despertó con rapidez y soltó un suspiró relajado, eran sueños pero solían ser muy vividos. Daena notó en donde se encontraba y se levantó para quitarse de encima los brazos de Jacaerys que antes la mantenían abrazada mientras dormía.
──Debemos regresar al campamento, Jace...──Él castaño arrugó los ojos y los abrió con lentitud.
──Solo tenemos un caballo. Uno debe ir a pie o montar ambos juntos.
──Yo iré en el caballo.──Daena montó a lomos del caballo de Jace.──Apresúrate
Jacaerys frunció el ceño confundido y fue tras el caballo que comenzaba a alejarse a paso lento.
Estuvieron unos cuantos minutos caminando por el bosque hasta quedar en una meseta desde dónde se podía ver el campamento del rey.
La pareja de jóvenes se pusieron a la defensiva cuando un crujido llamo su atención, el castaño desenfundó su espada a causa de un reflejo y Daena bajó del caballo con rapidez. Un pelaje blanco y sedoso se hizo ver, era un ciervo blanco, un presagio de la naturaleza, según siendo un símbolo de los dioses.
Daena observó como el ciervo mantenía su vista fija en el príncipe heredero y tuvo conciencia de lo que sigmificaba, Jacaerys realmente era quien debía gobernar, fue elegido por el rey, por los dioses y sería elegido por el pueblo.
──Espera...
Daena tomó la espada de las manos de Jacaerys y la lanzó al suelo. El animal dió una pequeña reverencia con la cabeza antes de adentrarse al bosque y perderse entre los arbustos.
──Daena,──Llamó──la yegua.
Dónde antes se encontraba el ciervo ahora estaba la yegua de Daena que se acercó lentamente a los chicos que se encontraban algo confundidos por lo sucedido.
