Capítulo 1

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El día estaba nublado y la marea tranquila, varias gaviotas paseaban en forma de V por el cielo avanzando hasta estar encima de aquellos hermosos seres de mar, los delfines brincaban felices por el agua hasta detenerse y esperar a una gaviota que bajó para platicar con ellos.

Su platica se vio interrumpida al ver cómo a lo lejos empezaba a acercarse un gran barco, poco a poco fue despejando la neblina mostrando al enorme navío, la gaviota salió volando y los delfines empezaron a nadar lejos del camino.

Una vez pasó el barco lanzando el agua por donde pasará, los delfines se volvieron a asomar viendo aquel navío irse.

Marineros: ¡Os voy a contar una historia de mar!

Por un lado del barco varios pescadores recogían una enorme red llena de peces, algunos saltaban fuera de ella mientras los demás peces se movían.

Marineros: ¡Que te va a servir de verdad!

Había algunos marineros sobre el poste del barco cerca de las velas acamándolas y poniendo sogas, cantando felices.

Marineros: ¡Si una sirena escuchas cantar!

Poco a poco subían la vela mayor mientras se dejaba ver el diseño al frente del barco, el cual era una sirena tallada en madera.

Marineros: - ¡Te pondrá un hechizo especial!

Arriba de la sirena cerca de la punta se podía observar un pequeño barandal de madera, donde estaba el príncipe Mackenzie sosteniéndose de una soga junto con su fiel perro Pluto.

Mackenzie: ¿No es maravilloso?

El principe Makenzie con su pelaje rizado blanco miraba hacia el inmenso mar feliz de siempre navegar por aquel lugar.

El viento salado solándote a la cara se mecía agarrándose de la soga mientras sonreía feliz cerrando los ojos unos segundos disfrutando de aquella brisa marina, su perro Pluto ladro en contestación feliz.

Mackenzie: ¡Ah! Es un día ideal para estar en el mar.

Suspiro feliz mirando hacia un lado suyo donde se encontraba al capitán la cual siempre lo acompaño.

capitán: Eh, si es un... Ugh... día encantador... Ughh.

El capitán se encontraba mareado por el movimiento mientras vomitaba por un costado, trataba de ser amable pero jamás le gustó viajar en barco.

El viento fuerte y la mar tranquilo un marinero jalaba una cuerda a un lado de uno de los pequeños postes que había para sostener las sogas, sonreía feliz.

Marinero: El rey Bandit debe estar hoy de muy buen humor.

Mackenzie: El rey Bandit?

El príncipe Mackenzie se había acercado a ayudar aquel marinero tirando con fuerza de la soga de la vela, atornillándola a un costado del barco, volteo hacia al marinero curioso de aquel nombre.

Marinero: El soberano del reino de la sirenas.

Se volteo curioso hacia un pescador que tenía un ojo cerrado y un palia cate en la cabeza sacaba los peces de la red volteando feliz hacia el príncipe Mackenzie.

Marinero: Los verdaderos marineros saben quien es.

Arrojó a uno de los peces detrás suyo cayendo en el barril que había, tomó otro pez para después señalar al príncipe Mankenzie. El perro Pluto salió corriendo feliz hacia su amo quien se acercó para agacharse y acariciarlo alegremente sirenas...

Marinero: La pelirroja bajaba de las escaleras mientras se arreglaba su cabello mirando hacia el príncipe Mankenzie, el cual la miraba divertido.

Capitán: Mackenzie no creas nada de esos disparates náuticos.

La Sirenita (Bluey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora