Capítulo 8

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El capitán dejó la copa de agua para mirar a Mackenzie mientras el mencionado no dejaba de mirar embobado a Bluey.

Capitán: ¿Y dar un paseo romántico?

Miró de forma sugerente al perro que lo ignoro, Bluey miraba sonriendo a Mackenzie y después a ella mientras su madre les ponía a cada uno sus charolas.

Mackenzie: ¿Ah? Perdona ¿Qué decías?

Reaccionó el perro levantando su rostro para mirar sonriendo a su sirviente molesto.

Capitán: ¡Ya deja de mortificarte! ¡Tienes que salir!

El capitán se acercó molesto a Mackenzie levantando la tapa de la charola mostrando al cangrejo Rusty fingiendo estar muerto mirando hacia arriba preocupado.

Capitán: ¡Haz algo! ¡Vive tu vida! ¡Despeja tu mente!

Bluey miro sorprendido al cangrejo Rusty quien puso su tenaza en su boca haciendo un sonido de silencio.

Mackenzie:¡Cálmate capitán! Me parece una buena idea.

La perrita levantó la tapa de su charola haciéndole señas de que entrará en ella con una expresión preocupada, el cangrejo Rusty miró hacia la pelirroja para correr hacia el otro lado de la mesa.

Mackenzie: Si ella quiere, bien ¿Qué dices?

Levanto las manos para mirar a la perrita quien azotó la tapa poniéndose sobre esta mirando con una sonrisa de Bluey y poner su mano en su mejilla con su cabeza de lado.

Mackenzie: ¿Te gustaría dar un paseo por el reino mañana?

Mackenzie lo miraba con una sonrisa, la perrita Bluey asintió con la cabeza sonriendo feliz.

Capitán: ¡Estupendo! Ahora comamos antes de que se escape el cangrejo de mi plato.

Exclamó feliz el sirviente para levantar su tenedor y guiarlo hacia su plato poniendo una expresión de sorpresa al ver que solo estaba la lechuga.

Una vez cayó la noche, la perrita estaba recargado sobre el balcón de su habitación poniendo su mejilla en su mano mirando enamorado al príncipe Mackenzie quien jugaba con su perro Pluto en el jardín.

Mackenzie:¡Pluto! ¡Pluto! ¡Ven acá!

Mackenzie golpeó dos veces sus piernas llamando a su perro Pluto quien ladraba feliz y corría a su alrededor.

Mackenzie: Ven aquí, ¡jejeje!

Se agachó a la altura de su perro Pluto recibiendo una lamida en su mejilla, sonrió acariciando su cabeza.

Bluey rio levantando los hombros sin dejar de verlo, el perrito levanto poco a poco su vista poniendo una expresión muy serio para después sonreír levantando su mano en señal de saludo al darse cuenta de que la perrita lo miraba.

El perrito se sobresalto levantándose para alzar su mano regresándole el saludo y retroceder dentro de su habitación, el perrito seguía sonriendo y mirándolo desaparecer por la puerta.

Bluey caminaba en dirección de su cama cepillando su cabello con el tenedor, llevaba puesto un camisón verde con holanes en los bordes de color verde claro.

Rusty: Este es sin lugar a dudas el día más humillante de mi vida.

En el buro a lado de la cama, Rusty se quejaba quitándose los trozos de verduras que tenía, la perrita Bluey dejó el tenedor a un lado del cepillo golpeando levemente la cabeza del cangrejo Rusty.

Rusty: Espero que sepas apreciar por todo lo que tengo que pasar por ti

El cangrejo Rusty levantó el trozo de lechuga molesto observando a Bluey quien se acercó a la cama y se sentó hundiéndose en el colchón por la suave que era, poniendo una expresión muy asombrada.

La Sirenita (Bluey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora