Designios de una poetisa

ETAPA 6: DEPRESIÓN

ODIO

Odio verte sonreír.

Odio verte mal.

Odio que estés con alguien más.

Odio que me hagas reír, y a la vez sufrir.

Odio que me hagas llorar.

Pero sobre todo,

odio que me hagas amar (te).

CULPABLES

Mírame.

No tengo nada que esconder,

más el deseo de volverte a ver.

Recostado en mi regazo,

tus brazos alrededor de mí,

y con ojos de enamorado,

esos que no pusiste en su debido tiempo.

Echaste culpas por doquier,

más los únicos culpables somos nosotros,

habiendo arriesgado de más,

habiendo jugado todo a una carta.

ALMA

Y cuando empiece a salir por ahí,

¿se te romperá el alma?

Mi alma ya está rota cada vez que lo pienso.

Desolada y desamparada.

Transparente como un cristal,

pero doliente como su corte superficial,

el que no sangra a la vista y sigue sin curar.

Corre como un riachuelo

para desembocar en un pozo sin fondo,

infinito y oscuro como la psique del interior.

Demasiado tiempo ya,

no para de brotar,

y presiento que va a haber un terrible final.

¿...?

¿Este es mi final?

¿El lugar donde debo estar?

¿El cielo o quizás el infierno?

Estoy aquí por los errores del pasado,

por decir: "la vida es una",

y "quién no arriesga, no gana".

Estoy aquí por agarrar lo inexistente,

y me canso.

Me cansa que todo siga igual,

aunque sepa que no hay otro final,

sigo sin admitir la pura realidad;

pero así es el amor,

tendiendo trampas por doquier,

donde caemos una y otra vez.

Ilusos y confusos,

aguardando esperanzas

que nunca se cumplirán.

Sueños rotos que llueven

y dañan las córneas de los ojos como cristales.

Esos que una vez brillaron con ingenuidad,

cuando vieron aquellos mágicos, verdes, y llenos de misterio