Me Enamore De Ti (Swiss X Sodo)

XIII

Antes de iniciar con el capítulo, cabe aclarar que las edades de los 2 protagonistas no son justas a las respectivas y reales. Sodo tiene la edad de 29 años en la historia actual y en cambio, Swiss cuenta con 33 años. Solo para aclarar algunos textos en este capítulo.

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El miedo y desesperación eran evidentes. El rostro del menor no sabía que reacción semblar en él, los pensamientos más locos caminaban por la mente del guitarrista mientras se concentraba en mantener a raya su angustia. En este tipo de situaciones su pasado se le venía a la mente, un pasado que no le gusta recordar, pero que es inminente para el en ciertas veces.

Observaba de lado a lado, buscando en esos carentes pasillos de vida alguien que lo socorra, sin embargó, se hallaba solo, su único acompañante era quien en ese momento lo tenía contra la espada y la pared, el cual obviamente no lo dejaría ir, no sin antes reparar el daño hecho.

Por más que Sodo forcejeaba, la diferencia de fuerza era inminente, era tal el punto que el chico siquiera se podía mover; sabía que negociar no ayudaría, solo prolongaría la rabia del corista al intentar dejar para después el problema con el que ambos llevaban cargando casi 1 semana.

Para ellos había pasado poco tiempo desde su accidente, tal vez si dejaban que todo fluyera y ocurriera cuando tuviera que ocurrir, no estarían en esas condiciones justo ahora; habían sido presionados por sus compañeros a tal punto que no les quedaba más remedio que acatar lo que en su momento decían.

— Sodo, escúchame. — imploraba con cansancio y desesperación Swiss; por más que hablaba, intentando iniciar la conversación, el castaño lo interrumpía moviéndose bruscamente.

— Sodo, solo quiero arreglar las cosas- — Los movimientos iban en aumento, y la paciencia que quedaba en el mayor iba en picada lentamente. — Sodo... — proclamo el nombre de aquel que sostenía, antes de gritar con voz ronca. — ¡Puta madre Sodo! ¿¡No puedes quedarte quieto y escucharme por un momento!?

El menor se quedó callado por un instante antes de responder. — ¡Te estoy escuchando fuerte y claro puto negro! ¡Pero no voy a cooperar de esta forma! —La tención de la situación iba en aumento, ambos se miraban con enojo desencadenado.

— ¡Entiende Sodo! ! ¡Solo quiero arreglarlo todo! ¿! ¿¡No puedes solo dejarme hablar!? — Los muchos intentos de escapar provenientes del más chico, hacían desesperar al corista en cierto punto, pero sabía que debía conservar la poca paciencia que aun ostentaba, no quería empeorar más la situación.

— ¡No de esta forma! — reclamo Sodo.

— ¿¡De qué otra manera me escucharías!? ¿¿Siquiera lo harías?? — Un notable enojo se mostraba en la voz del mayor.

— ¡Tal vez!

— ¿Tal vez? — Observó incrédulo ante las palabras del chico — ¿¡Esa es tu respuesta!? ¿Tal vez?; no voy a caer 3 veces Sodo. — Aferreo su agarre contra el menor. — Voy a aprovechar la oportunidad que se me dio, y quieras o no vamos a arreglar todo aquí.

El guitarrista lo miro con irá, y por los siguientes minutos todo fue silencio; el menor pensaba en soluciones o excusas para lograr salir del problemón en el que se encontraba, pero pocas de aquellas pensaba y funcionarían. No tenía muchas alternativas, y la más sencilla era escuchar lo que su contrario se tenía guardado.

Al notar la falta de respuestas, hablo levemente más calmado. — ¿Ya vas a escucharme? — El enojo aún era presente, lo podía notar el castaño fácilmente, aunque este era menor a como se encontraba antes; era algo incomodo la forma en observarlo.