Me Enamore De Ti (Swiss X Sodo)

XII

Era otro día más para los integrantes de la banda, otro día nuevo, el cual esperaban y fuera más tranquilo. Muchos quieren descansar después de todo el alboroto que se armó estos últimos días, al fin y al cabo, estarían en un largo hiatos por el reciente retiro de la corista; Una noticia fuerte, sí, pero aun así algunos sienten que fue necesario, al menos para tomar este descanso. Sodo y Cirrus iban llegando al hotel, cansados por haber salido un día antes de "fiesta" y no haber logrado dormir algo. Aun así, nadie se había percatado de la ausencia de estos dos ya que estaban concentrados en otras cosas más importantes, como dormir.

Ese día tenía pintado un clima fuerte, y la nieve parecía estar en aumento por lo cerca que se encontraba el invierno. Todo afuera parecía estar desolado, pocos locales habían abierto y las calles estaban repletas de un frio blancor que cubría carreteras y banquetas por igual. Debido al clima, no se lograba visualizar actividad fuera. En esas circunstancias, era preferible quedarse en casa haciendo cualquier tipo de actividad que morir de frio afuera.

Todos permanecían dormidos, el hotel era silencioso en ese momento y tal vez por las siguientes horas también lo seria; Sodo quien no podía conciliar el sueño, se encontraba recostado en su cama, viendo atentamente los detalles del techo, en esos 57 casi 58 minutos sin dormir, había calculado que había al menos 7 grietas en toda la habitación, sin incluir el baño; lo que uno hace por aburrimiento.
 
Tal vez era por el efecto del alcohol que no lograba descansar, o eso pensaba el, se revolcaba de un lado a otro tratando de armonizar el sueño, lo intento desesperadamente, pero no tubo resultados; agotado de seguir intentando dormir, se acoplo en diferentes formas para estar más cómodo, de lado, reposando, boca abajo, bajo almohada, de cucharita, pero nada funciono. Se levanto de su posición y sentó en la orilla de la cama.

Los pies del menor colgaban de la cama, tocando el frio piso; todo era tan silencioso, resaltaban los sonidos provenientes de la planta baja, más específicamente de la cocina, lo que indicaba que los cocineros, así como camareros ya se encontraban trabajando.

Sodo bajo de la cama, tomo un pequeño frasco con pastillas de su mesa de noche y las tomo mientras las acompañaba con un trago de agua; camino hacia el otro extremo de la habitación y tomo asiento en el pequeño escritorio que había a un costado de la habitación, observando a través de la ventana que daba hacia el jardín la brillante nieve que caía y se quedaba en el sobrante por afuera de la ventana. Mientras observaba el otro lado de la ventana, aburrido por no saber qué hacer y haber sido reducido a hacer ruido para no despertar a los demás, miro a todos los lados de la habitación buscando algo con que entretenerse, aunque no había nada. La situación le impedía hacer sus pasatiempos preferidos, como practicar con su instrumento, o ver su teléfono, ¡pero no podía hacer ninguno de los dos! No podía tocar su instrumento sin poder hacer ruido, y escuchar su teléfono con el volumen bajo era horrible para él.

Así paso el tiempo, el silencio en el hotel era cada vez menos, lo más probable es que algunos de los trabajadores hayan pedido regresar a su hogar por culpa del mismo clima. Todo era tan abuurriiiidooo, los minutos parecían horas y las horas años para el castaño, ¡lo único que quería era encontrar algo para matar el aburrimiento! Y entonces, parece que algún dios escucho las plegarias del chico:

Tras Sodo, un adormilado Mountain se despertaba por el férreo alboroto de los recepcionistas del hotel. — ¡Ahhm~! — Tomo la almohada y la cubrió en su cabeza tapando ambos oídos— ¿¡Quien hace tanto ruido!?— El mayor se levantó de golpe algo enojado por el ruido que interrumpió su placido sueño.

— Los miembros del hotel supongo

Observo al chico, que se encontraba en el pequeño escritorio junto a la ventana, con su semblante recargado en el mueble, observando atentamente al baterista.