Capítulo 2: El precio del amor

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El tiempo parecía pasar más rápido. No sentía hambre, pero comía para tener energía; tampoco sueño, pero dormía para dejar de pensar. Los golpes de su madre dejaron de dolerle, su corazón estaba paralizado. Aun así, seguía recurriendo a sus cuentos e historias para intentar reconfortar esos sentimientos destrozados por palabras tan crueles y sinceras.

Mientras leía ese cuento, llegando a la parte donde el príncipe salva a la princesa y viven felices para siempre, sus lágrimas caían sobre la página, humedeciendo por completo el papel.

—Mentiroso, es un mentiroso, ¡es un mentiroso! —gritó y arrancó las páginas de ese cuento. Cuando no hubo más que destrozar, fue por los demás.

Su único deseo era recibir un poco de amor y cariño, no quería nada más, no necesitaba vestidos, juguetes, ni tampoco libros tontos, solo quería alguien que la abrazara con cariño, eso era todo.

Un ruido en la casa la hizo detenerse. Se levantó y fue a ver de qué se trataba, mirando cómo su madre revolvía toda la habitación y ponía algunas cosas en una maleta. Se quedó observándola sin decir ni una sola palabra hasta que salió de casa.

Esa fue la última vez que vio a su madre.

Elise se quedó en casa un tiempo, comiendo y limpiando, creyendo que regresaría. Una parte de ella aún creía en esa mujer, pero con el pasar de los meses supo que no volvería. Sobrevivió como pudo, sabía que su madre se llevó el dinero, así que empezó a vender algunas cosas que tenía en la casa para poder comprar comida. Cuando no tuvo más que vender, empezó a robar. Ya era conocida como la hija de una prostituta, así que eso solo incitó más odio. No solo los adultos, sino también otros niños la golpeaban y despreciaban; podía ver en sus ojos que la consideraban la cosa más horrible del mundo.

¿Por qué no podía ser amada por alguien? ¿Por qué los cuentos le habían mentido de esa forma? ¿Qué es lo que hizo mal para no merecer ni un poco de afecto? ¿Cuál fue el crimen que cometió para cargar con el pecado del odio de todos en ese pueblo?

Elise despertó por un fuerte dolor de estómago. Había estado durmiendo para olvidarse del hambre, pero era tanta que ya no era suficiente. No estaba segura de cuándo fue su última comida, sin embargo, sabía que si no hacía algo pronto, seguro moriría.

Salió de casa y fue hasta la ciudad de nuevo, escabulléndose de forma sutil. Se acercó a un puesto de pan, tomó uno y comenzó a caminar para irse de ahí.

—¡Ladrona, detente! —el vendedor empezó a gritar y ella a correr, intentando huir.

Pero, por mucho que lo intentara, no podía escapar de un adulto que le triplicaba el tamaño, mucho menos sin comer. La atrapó y la tiró al suelo, empezando a patearla.

—¡Maldita niña molesta, siempre estás robando! ¡Eres igual o peor que tu madre!

—¡Detente! —una voz imponente obligó al vendedor a parar sus golpes y voltear al frente.

Un hombre de cabellos rubios y ojos verdes, vestido de traje, se acercó.

—¿Por qué estás golpeando a una niña indefensa?

—¡¿Niña indefensa?! ¡Es una ladrona!

Después de escucharlo, el rubio llevó su mano a su bolsillo y le dio un fajo de billetes.

—¿Esto es suficiente para pagar por ella?

El vendedor gritó de sorpresa, tomó el dinero y se fue sin decir nada; era incluso mucho más del total de barras de pan robadas por ella. Al verlo irse, el hombre suspiró y regresó su mirada a Elise, que estaba intentando ponerse de pie.

Novela Elise I - OCxTrafalgarLawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora