Historias Que Se Me Ocurren En El Uber

Amnesia

-¡Jake! ¡Jake, por favor despierta!-

Una voz infantil resonó en el callejón, dos niños de 8 años, uno sosteniendo a otro. Samuel, un pequeño niño con venditas y golpes nuevos en su rostro, sosteniendo al joven Jake, quien tenía su cabeza llena de sangre, que también chorreaba por su rostro. Samuel lloraba desesperadamente abrazando a su mejor amigo, angustiado por el bienestar y la vida de Jake.

-¡No te mueras! ¡Tú no!-

Después de haber sido rescatado de aquel laboratorio quien propietario era Jinyoung Park, ahora estaba en su casa nuevamente, un lujoso penthouse con grandes ventanales con una hermosa vista a la ciudad.

Samuel, ahí estaba, acostado pensando en Jake, pensando en ese maldito recuerdo que no lo deja dormir en paz, que gracias a este ha perdido muchas horas de sueño, comidas, incluso el tiempo para el mismo, como pasaba ahora. Hundido en sus pensamientos, su trauma regresando una y otra y otra vez cada maldita noche provocando su insomnio. ¿Cuando iba a tener un minuto de paz? Esa era la pregunta que siempre estaba en su mente.

-Jake...-
Murmuró mientras miraba el techo, dónde había una proyección de una galaxia, ruido blanco de fondo, era lo único que lo calmaba, un gran secreto para un hombre como él.

-Eres un imbécil... ¿Cómo pudiste perder la memoria...? No estabas cuando más lo necesité... ¿Dónde estas cuando más te necesito?-
Samuel hablaba y hablaba contigo mismo, repitiéndose las mismas palabras que se ha repetido durante 9 años, esto lo estaba volviendo loco. Samuel se abrazo así mismo en posición fetal, las lágrimas no tardaron en aparecer, miles de traumas volvían a su mente, desde que Jake se olvidó de su corto pasado con el, Samuel sufrió muchos incidentes...

Mamá conoció a alguien... Él era muy simpático, aunque cuando estaba borracho era algo serio. Se volvió mi padrastro, le gustaba jugar conmigo, eso me alegraba mucho, me hacía olvidar lo que le pasó a mi querido Jake. Bueno, eso duró poco... Mamá me dejó solo con él, yo no tenía problemas porque él se había vuelto mi figura paterna y mi nuevo mejor amigo; Mamá solo salió... cuando sentí ser inmovilizado boca abajo sobre la colchoneta de mi habitación... La voz de mi padrastro borracho en mi oído, diciéndome lo más asqueroso que pude haber escuchado, mientras retiraba mi ropa... Tenía 10 años... ¿Por qué hay cosas que ni el tiempo puede borrar?