Capitulo 7. Amor voluntario

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~✨💛💚

Zoro no debía ser muy inteligente para deducir ciertas cosas, por ejemplo, si su hermana llegaba de la escuela y azotaba la puerta era obvio que ni de loco debían molestarla, incluso sus padres pasaban de largo la puerta como si un ente del infierno fuera a salir de ahí.

Había otras que no eran fáciles, eso sí, como cual era la derecha y cuál la izquierda. O saber si tu amigo de años esta enamorado de ti... pequeñeces.

Pero de algo que si estaba seguro Zoro, es que ante sus pies estaban los hermanos de Sanji. Solo debía ver la clara marca Vinsmoke en sus cejas.

-Hijo de puta, en la cara no- dice Niji sosteniendo su nariz la cual sangraba.

-Deja la cara, mis...

-¡Silencio!- Zoro calla a Yonji y toma sus katanas aún enfundadas para ponerlas sobre sus hombros -¿Por que están tan cerca del Baratie?

Ichiji escupe sangre y se levanta elegante cual gato, podrían golpearlo, pero su orgullo era más fuerte.

-Solo queríamos charlar con nuestro hermano.

Y Zoro sin meditarlo mucho, toma una de sus katanas enfundadas y le da un golpe en seco a su estómago.

-¿Cómo la otra vez?- el peliverde recuerda las heridas de Sanji y aprieta más el agarre en sus valiosas armas- será mejor que se vayan antes de que el venga. Ya tiene suficientes cosas en la cabeza como para que ustedes lo fastidien más.

Ichiji no quiere dar su brazo a torcer, no cuando Judge lo había puesto a el en la mira.

-Oh vamos, no te hagas el marido modelo - vuelve a erguirse Ichiji - sabemos perfectamente que su matrimonio es una farsa, tu no ganas nada, solo déjalo, el idiota estará encantado con una mujer como Pudding y tú te libraras de un lastre.

Otro golpe suena y los hermanos menores cierran los ojos como si también sintieran lo que su hermano mayor. Está vez Ichiji queda tendido en el suelo.

El peliverde de verdad quiere controlarse y no cometer triple homicidio en plena calle de Tokyo con testigos, Sanji dijo que sus hermanos eran rebeldes, más no unos monstruos con su propia sangre. Es más, Perona no era su hermana de sangre, pero el prefería cortarse primero ambos brazos antes que lastimarla.

-Solo larguense y díganle a ese maldito que si quiere llevarse a Sanji, tendrá que pasar sobre mi cadáver.

Y Zoro se da la vuelta para ir la Baratie y entretener al rubío para que no vea a sus hermanos.

-¡Es del otro lado!

Gritan los hermanos a su agresor al ver que este iba de lado contrario.

Ichiji suspira resignado, ahora el se iba a casar.

-Bueno hermano, yo que tú voy escogiendo el traje - se burla Niji y recibí una patada del pelirrojo.

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Sanji termina sus labores del día y cierra la puerta del restaurante, ahora era solo el, ya que su padre aún seguía delicado, la cocina era más callada y monótona sin el mayor gritando  a cada rato.

-Marimo, ¿Que haces aquí?

Sanji se sorprende ver frente a el a Zoro, llevaba sus espadas en su hombro envueltas en una tela. Era obvio que acababa de salir del dojo, lo curioso es que estaba un poco sudado como si hubiera ejercitado durante el camino.

-Nada especial, solo pase por aquí, vámonos - el peliverde hace seña de caminar al estacionamiento.

El rubio no le da mucha importancia y caminan tranquilos, las calles estaban solitarias y la temperatura habia descendido. Al llegar cerca del estacionamiento el peliverde suspira tranquilo al ver que no había nadie, por lo que entran al vehículo y Sanji conduce.

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