La noche se extendía sobre los terrenos de Hogwarts, tejiendo un manto de oscuridad salpicado de estrellas sobre el castillo y sus alrededores. Draco y Elle caminaban juntos en silencio por los jardines, sintiendo el frescor de la noche y la energía eléctrica que fluía entre ellos.
Elle miró al cielo estrellado con admiración, la belleza de la noche reflejada en sus ojos brillantes. "Es tan hermoso", susurró, más para sí misma que para Draco, "me pregunto cuántas historias se han escrito bajo estas estrellas".
Draco la miró con una sonrisa, su corazón latiendo con fuerza bajo la luz de la luna. "Muchas, supongo", respondió, su voz llena de calidez y afecto, "pero ninguna será tan especial como la nuestra".
Elle se volvió hacia él con una mirada de sorpresa y cariño, sintiendo una oleada de emoción recorrer su cuerpo. "¿Qué quieres decir?" preguntó con curiosidad, sus ojos buscando los de Draco en la penumbra.
Draco se detuvo frente a ella, sosteniéndola con ternura entre sus brazos. "Quiero decir que nuestra historia es única, Elle", declaró con voz suave pero firme, "un amor prohibido que desafía las expectativas y las convenciones".
Elle se sintió abrumada por la intensidad de sus palabras, la promesa de un futuro incierto pero lleno de posibilidades. "Pero, ¿cómo podemos estar seguros de que todo saldrá bien?" preguntó con voz temblorosa, el miedo asomándose en sus ojos.
Draco le acarició suavemente el rostro, sus dedos trazando el contorno de sus mejillas con delicadeza. "Porque estamos juntos, Elle", respondió con convicción, "y mientras estemos juntos, nada puede detenernos".
Elle se sumergió en la mirada intensa de Draco, encontrando fuerza y consuelo en sus ojos llenos de determinación. "Entonces, ¿qué hacemos ahora?" preguntó, buscando orientación en el tumulto de sus emociones.
Draco la miró con una sonrisa, su corazón lleno de esperanza y amor. "Ahora", dijo con suavidad, "simplemente nos aferramos el uno al otro y enfrentamos el futuro juntos, bajo el manto de las estrellas".
Y así, mientras el viento susurraba secretos antiguos entre los árboles y las estrellas brillaban en el cielo nocturno, Draco y Elle se abrazaron con fuerza, sabiendo que su amor era más fuerte que cualquier desafío que pudiera enfrentar.