Mi Bella Adiccion

15. Películas

Jules

-¿Que película quieres ver? - me pregunta Nick a mi lado.

-Cualquiera, con que no sea de terror...

-¿No te gustan las pelis de Terror? - vuelve a preguntar, pero esta vez asombrado.

-No - respondo secamente - Ni las de acción.

-No me digas que te gustan las películas de romance - dice burlón.

-No exactamente - siento como me sonrrojo.

Siendo sincera, no me gusta ver películas, soy más de series y esas cosas.

-¿Entonces?

-Ay, olvídalo - intento quitarle el control pero es más rápido.

-Tranquila renacuaja, esta es mi casa y yo pongo las reglas.

-No es tu casa - entre cierro mis ojos - Es de tu mamá.

-Pero, ella no está aquí ¿O si? - yo solo me limito a poner los ojos en blanco.

-Si vas a estar así, mejor no veo nada - el se encoje de hombros ignorandome - Voy a ver que vamos a cenar - diciendo esto me levanto del sofá, y cuando paso a su lado le arrebato el control - ¡Ja! ¡Caíste! - digo burlonamente- Ahora yo decido que vamos a ver.

El levanta la cabeza viéndome pícaramente y se levanta.

Y antes que pueda reaccionar toma mi mano y me jala hacia el.

-¡Nicholas! - exclamé sobresaltada - ¡Sueltame!

-Hoy has sido una chica muy mala Jules - lleva una mano a mi cintura - ¿Que haré contigo? - susurra.

Su voy suena ronca y profunda, erizando la piel de todo mi cuerpo. Baja el rostro hasta que su nariz roza la mía e instintivamente alzó la barbilla para besarlo, pero él se aparta un poco, dejándome con las ganas.

Cuando hablo, noto mi voz pastosa.

-¿Que vas a hacer conmigo, Nick? - el se demora unos segundos en responder, pero cuando lo hace su respuesta me sorprende.

-Comerte.

Segundos después cubre mi boca con la suya en un beso nada suave ni amable. Su beso es posesivo, casi agresivo, y hace que mi interior queme. La electricidad fluye entre nosotros y me dejó llevar por él.

Nick me toma de las caderas y me estrecha con él, chocando contra su pecho. Pongo las palmas de mis manos sobre su cuello, acariciándolo. Gruñe en mi boca cuando meto mis manos bajo su camiseta y le clavo mis uñas.

Sus dedos bajan hasta mi trasero, colándose debajo de mi falda, y se clavan en mis muslos mientras me levanta. Mi espalda choca contra la pared de la sala y apenas envuelvo las piernas al rededor de su cadera vuelve a beserme.

El calor aumenta entre nosotros en la sala, mientras sus dedos hábiles tamborilean por mis piernas, rozando el borde de mi ropa interior. Sus labios abandonan mi boca para llegar a mi mandíbula, e inclino la cabeza cuando rozan mi cuello.

El estaba haciendo justo lo que me había dicho: Comerme.

Nuestras respiraciones están agitadas cuando me baja de nuevo al suelo y mi corazón me advierte que esta a punto de explotar ya que esta latiendo demasiado raído. Pienso en que volverá a besarme, pero en lugar de eso me hace girar de cara a la pared. Aparta mi cabello y me besa la nuca.

Comienza a quitarme la blusa y su boca sigue cada centímetro de mi piel. La tela de desliza por mis brazos hasta caer al suelo, y lo mismo hace con mi falda y la aparta con los pies. Después se inclina otra vez sobre mis hombros y llega a mi oreja y susurra.