Brujo de sangre: Succubus Compañero en el Apocalipsis

82-Humano y Demonio(Parte 2-Ultima)

Al escuchar las palabras de Lilith, la expresión de Bai Zemin cambió varias veces mientras miraba la escena frente a él hasta que finalmente, un destello de resolución brilló en sus ojos.

Comenzó a dar un paso adelante lentamente y Shangguan Bing Xue y Chen He lo llamaron un par de veces, pero los ignoró a ambos, completamente concentrados en la vista ante sus ojos.

Un estudiante de repente agarró el brazo de una profesora y la arrojó al suelo con dureza. La mujer de poco más de treinta años gritó de terror, pero sus gritos de ayuda y súplicas fueron ignorados en medio del caos donde constantemente ocurrían escenas similares.

El estudiante saltó encima de la mujer y comenzó a rasgarle la ropa con una sonrisa siniestra. Sus ojos parecían estar inyectados en sangre mientras gritaba y maldecía: "¡Incluso ese estúpido perro Chen fue derrotado! ¡Es sólo cuestión de tiempo antes de que nos persigan a nosotros también! Al menos me divertiré un poco contigo antes de que me maten" . ¡Por algún monstruo jajaja!"

Anteriormente, cuando los sobrevivientes escucharon que Chen He estaba en peligro de ser asesinado y vieron la expresión de temor en el rostro del estudiante que hacía guardia cerca de la entrada, la mayoría pensó que iban a morir. En cuanto a aquellos que eran naturalmente más tranquilos, fueron arrastrados por el miedo que les provocaba ver el comportamiento y escuchar los gritos de los demás.

Sólo habían pasado unos cinco minutos desde entonces, pero había más de veinte personas que habían muerto de una forma u otra y de un vistazo, Bai Zemin pudo ver que había al menos entre cincuenta y sesenta heridos.

Incluso con Liang Peng y el resto aquí, era imposible detener por completo a más de quinientas personas. Esto sólo empeoró cuando los supervivientes que estaban instigando el caos se dieron cuenta de que incluso si los atrapaban, simplemente los golpearían y los echarían a un lado; Considerando que de todos modos iban a morir pronto, ¿por qué no hacer lo que quisieran mientras tanto?

Mientras se acercaba lentamente al estudiante que tenía intenciones maliciosas hacia la maestra, Bai Zemin no pudo evitar recordar su primer encuentro con Lilith hace diez días. En aquel entonces, cuando ella le dijo que era un súcubo, él inmediatamente levantó la guardia contra ella incluso más de lo habitual. Después de todo, ella era un demonio.

A medida que avanzaban los días, la guardia de Bai Zemin contra ella disminuyó gradualmente y ya no la veía con tanta cautela después de escucharla explicarle cómo lo que la Biblia citaba y los humanos sabían no era exactamente correcto. Sin embargo, esa ligera guardia que tenía contra ella casi se había aliviado por completo en este momento.

¿Qué fue lo primero que les vino a la mente a todos cuando escucharon la palabra "demonio"? Aquellos que eran arrogantes, codiciosos, envidiosos, llenos de lujuria y enojados, una encarnación del mal puro que intentaría atraer a las almas buenas al lado de la oscuridad con sus dulces palabras.

Pero... ¿Qué tal la palabra "humano" entonces? Aquellos que eran molestos, desagradables, horribles, groseros, arrogantes, inmorales, confusos, desdeñosos, violentos, amenazantes, infractores de reglas, dañinos y lastimando a otros por avaricia.

¿No eran los humanos incluso peores que los demonios desde ese punto de vista? Al menos esa fue la respuesta que Bai Zemin había buscado cuando su mano tocó el hombro del estudiante.

"¡Espera a que termine y entonces será tu turno!" El estudiante gruñó molesto, esforzándose por quitarse los pantalones para comenzar su acto.

Sintiendo que la mano aún permanecía firme sobre su hombro, el estudiante se giró enojado y comenzó a maldecir: "¡Bastardo! Te dije que esperaras hasta-"

Pero sus palabras se atacaron en su garganta cuando finalmente reconoció el rostro de la persona que estaba frente a él.

"Tú... Bai..." Los dientes del estudiante chasquearon entre sí y su rostro se puso pálido, incapaz de terminar una sola frase correctamente. Su rostro empeoró aún más cuando vio a Shangguan Bing Xue y Chen He parados ilesos a poca distancia.

Antes de que el estudiante tuviera la oportunidad de intentar decir algo o pronunciar otra palabra, la mano derecha de Bai Zemin se disparó hacia adelante y con un fuerte presión su tráquea fue aplastada y su cabeza cayó pesadamente hacia un lado. 

Bai Zemin casualmente lo arrojó al suelo sin darle otra mirada, pero si lo miraba nuevamente podía ver los ojos del estudiante bien abiertos antes de su muerte llena de horror.

¡Silbido!

Su cuerpo se convirtió en una sombra y al instante siguiente apareció ante un segundo estudiante que golpeaba violentamente a otro con fiereza.

Como en el caso anterior, el cuello del estudiante quedó completamente roto y cayó hacia adelante. Antes de que el estudiante que estaba siendo golpeado pudiera ver claramente lo que estaba sucediendo, Bai Zemin ya había desaparecido.

¡Swoosh!... Crack...

El sonido de ráfagas de viento seguido de los aterradores sonidos de huesos frágiles aplastados sin piedad resonó varias veces, pero fueron reprimidos por los gritos de miedo, los gritos de desesperación y las risas de locura provenientes de los sobrevivientes.

Sin embargo, poco a poco, más y más supervivientes empezaron a darse cuenta de que algo no iba bien y la gente, una tras otra, caía al suelo con el cuello roto.

"¡Q-Qué está pasando!" Un estudiante corpulento se detuvo en seco y miró a su alrededor mientras gritaba en un intento de deshacerse del miedo que sentía: "¡Ven aquí si eres un hombre!"

¡Grieta!

El cuello del corpulento estudiante se rompió y el hombre murió patéticamente sin saber lo que había pasado ni siquiera hasta el último segundo.

La agilidad de Bai Zemin había alcanzado actualmente 126 puntos en total, lo que lo hacía 12 veces más rápido que una persona normal. Con tal velocidad, sus movimientos en un ambiente cerrado eran limitados pero al mismo tiempo explosivos. Por tanto, en cuestión de segundos, más de treinta personas fueron masacradas por sus manos.

Los movimientos salvajes de los enloquecidos supervivientes comenzaron a cesar rápidamente cuando los más inteligentes notaron que sólo morían aquellos que causaban el caos. Sin embargo, incluso después de que se detuvieron, la guadaña de la muerte cayó dura y firmemente sobre sus cuellos y se cobró la vida sin piedad.

Un minuto después, todos los supervivientes que intentaban agredir a exalumnas o profesoras, todos aquellos que agredían básicamente a otros o cometían algún tipo de acto considerado vandalismo habían sido masacrados. Entre ellos, cuarenta y dos eran hombres y seis mujeres.

Los ahora menos de quinientos supervivientes miraron con aprensión a la persona que estaba parada en medio de una pila de cadáveres cuya expresión era tan indiferente como si no hubiera matado a casi medio centenar de personas, sino como si estuviera pidiendo comida para llevar en un restaurante. antes del apocalipsis.

Bai Zemin miró ambas manos y se sorprendió un poco al darse cuenta de que no sentía nada; no sentía simpatía, miedo o lástima por las personas que perdieron la vida bajo sus manos.

Esta era la primera vez que mataba directamente y no era solo una persona... Eran docenas al mismo tiempo.

Lo correcto sería al menos, como mínimo, sentir un toque de tristeza... Bai Zemin no sintió nada más que calma e incluso pensó que lo que hizo fue lo correcto. En cuanto a si era lo correcto o no, todos podrían tener opiniones diferentes al respecto.

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Créditos a sus respectivos autores: XIETAN

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Sin mas nada que decir

Adiós