Parte 5

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Beomgyu no los ve mucho durante la semana siguiente. Soobin se encuentra ocupado con sus modelos y sesiones fotográficas, Yeonjun al parecer siempre tiene algo que hacer, es evasivo como siempre.

Y él se mantiene ocupado en el trabajo durante el día y por las tardes planea en solitario su boda. Ya tiene el orden de los asientos y las respuestas a las invitaciones comienzan a llegar, con eso hace los cálculos finales para ordenar el banquete a Kai.

La única ocasión en que él y Soobin comparten tiempo es cuando una tarde toman el té en casa de los padres de Soobin, durante dos incomodas horas después de las cuales Beomgyu termina mordiéndose la lengua y su piel pica con ansiedad al momento que se marchan.

A Yeonjun lo ve brevemente, temprano en las mañanas o cuando vuelve a casa tarde por la noche. No sabe qué es lo que él hace y no quiere saber. No es asunto suyo.

El jueves, Minjeong lo visita en la cafetería. Tiene una crisis de pánico, la vida se le está poniendo difícil al no ser capaz de poder pagar la renta y la universidad.

Beomgyu sabe muy bien cómo es, pasaron la misma situación cuando vivían juntos. Siempre preocupados por poder pagar las cuentas, cada día esforzándose para ahorrar hasta el último centavo sin poder relajarse nunca. Las cosas nunca cambian para personas como él y Minjeong. O así era hasta que conoció a Soobin.

Beomgyu lleva a Minjeong al cajero cercano y a pesar de que no para de protestar, retira dinero de la cuenta de la cafetería y se lo entrega. Está muy avergonzada pero lo acepta, sin embargo la vergüenza que ella siente no se acerca a la humillación que Beomgyu experimenta al pedirle a Soobin que reponga el dinero. Los fondos de la cafetería no son suficientes como para regalar. Pero le explica a Soobin porque retiró ese dinero, le cuenta los problemas financieros de Minjeong.

Confiarle dichos problemas financieros, da como resultado que el viernes por la tarde ella entre apresuradamente en la cafetería, irradiando felicidad.

—Él pagó mi renta y la colegiatura de la universidad de todo el próximo año —dice casi sin respirar y Beomgyu pregunta—: ¿Quién?

Ella responde con los ojos muy abiertos. —¡Soobin!

Y así nada más, Soobin tiene una nueva admiradora, se ha ganado a una persona más.

No sabe por qué pero esto lo pone furioso. Media hora después, Minjeong se marcha y Beomgyu sigue de mal humor. Taehyun se mantiene ocupado en la cocina, lejos de él.

Y justo en ese momento, Yeonjun decide visitar la cafetería por primera vez, se ve pulcro y elegante, viste un traje negro y camisa blanca.

Beomgyu lo recibe preguntando de forma grosera. —¿Qué quieres?

Yeonjun levanta las cejas. —¿Es un mal momento?

—No. Solo estoy ocupado.

Yeonjun mira alrededor, la cafetería se encuentra vacía. —Obviamente.

—Mira… —resopla— ¿has venido a comprar algo o…?

—Quiero un café, para llevar, si no es pedirte mucho.

—¿Por qué sería pedirme mucho?

Yeonjun lo mira fijamente. —¿Por qué siento que estás a punto de arrancar mi cabeza?

—No eres tú, —dice Beomgyu después de un momento y suspira— yo solo…

—Continúa —pide Yeonjun con seriedad.

Beomgyu no se siente confortable discutiendo con Yeonjun los problemas en su relación entre él y Soobin, especialmente no puede porque es el mejor amigo de Soobin y su lealtad está con él. —No es nada —intenta sonreír—. ¿Cappuccino? ¿Café con leche?

Yeonjun no mira el menú. —Solo café. Con tres de azúcar.

—Nadie necesita tres sobres de azúcar. —Beomgyu responde mientras manipula la cafetera.

—Yo sí.

—Te pondrás gordo.

—Lo he tomado con tres porciones de azúcar toda mi vida —se defiende—. ¿Te parece que estoy gordo?

Beomgyu lo mira sobre su hombro. A pesar de querer evitarlo, termina mirando a Yeonjun de arriba abajo. —Todavía no, —admite de mala gana mientras coloca el café en la barra— pero estás envejeciendo.

—Esta es la segunda vez que me dices viejo, me estoy acomplejando.

—No te estoy diciendo viejo, solo digo que ya no eres tan joven.

—Si claro, eso es mejor.

Beomgyu no puede evitarlo. La sonrisa que aparece en su rostro es genuina y parece que eso ha enternecido la mirada de Yeonjun. —Aquí tienes —empuja el vaso más cerca a la orilla y Yeonjun lo toma en una mano.

—Gracias. ¿Cuánto te debo?

—No es nada.

—Gracias. No dejes de sonreír, —Yeonjun se da la vuelta para marcharse. La honestidad en su voz acelera el latido del corazón de Beomgyu— te sienta bien.

Taehyun sale de la cocina después que Yeonjun se ha marchado, Beomgyu aun observa la puerta como si estuviera hipnotizado.

—¿Quién era ese?

Reacciona y se olvida de esas raras sensaciones que revolotean en su pecho. —Es el tipo del que te hablé. El padrino de Soobin.

Taehyun frunce el ceño. —¿El arrogante?

—Sí —suena grosero ahora que Taehyun lo dice.

—Ahhh —responde Taehyun exagerando y Beomgyu no puede ignorarlo.

—¿Qué?

—Nada, —sonríe y Beomgyu no encuentra la gracia— pero te ves más animado ahora.

Aparenta tener su atención puesta en los documentos junto a la caja registradora. —Estaba animado antes.

—Si tú lo dices.

❝don't marry him❞ yeongyu. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora