prólogo.

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AYESHA SIEMPRE SE HA PREGUNTADO si morir es como dormir. ¿Sabe nuestro subconsciente que nunca despertará? Al final, dormir es un poco como morir, excepto que sabemos que nos despertaremos al día siguiente. Morir, sin embargo, es diferente: nuestro subconsciente espera despertar algún día, sin saber que podría ser el último. Es como una lámpara en medio de una habitación, que se apaga con el tiempo, perdiendo la esperanza de despertar algún día.

Ayasha deseaba que esta lámpara, que se apagaba con el tiempo, pudiera estar en su alma ahora mismo. Desvaneciéndose y desapareciendo cada día que pasa, al igual que su persona. Los cegadores rayos del sol que intentaban apoderarse de la habitación de Ayesha la obligaron a levantarse de la cama y correr las cortinas, hundiendo su habitación nuevamente en la oscuridad.

Su cabello es un desastre y dormir con el cabello rizado nunca ha sido fácil. El piso de madera crujió bajo los escalones de la morena mientras de dirigía al baño. La casa de Ayesha en el lado sur de Jackson fue una de las primeras que se construyeron ahí, por lo que decir que no necesitaba una mano de pintura sería una mentira.

Ayesha llegó a Jackson hace un año después de cruzar Nevada y Utah hasta Wyoming. Y seamos realistas, es muy diferente de California: no hay arena, ni mar, ni sol que derrita el alquitrán, ni sequía ni arbustos verdes que mueran por el calor de California. Aquí hay montañas, miles de bosques de pinos, inviernos duros y los rayos del sol parecen congelarse cada vez que llegan a tierra firme. Congelada como agua recién expulsada del cabezal de la ducha.

"¡Ah, mierda!" Los dientes de Ayesha rechinan.

Espera a que el agua se caliente antes de desvestirse y saltar a la bañera, cerrando la cortina blanca detrás de ella. Ayesha no está familiarizada con las duchas calientes y no las ha tomado muy a menudo. Digamos que disfruta el lujo de ducharse con agua caliente al menos una vez a la semana.

Ayesha ya no disfruta de este lujo cuando alguien llama a su puerta. Más bien, golpeando su puerta. Y la morena ni si quiera intenta ocultar su enfado. Ella pone los ojos en blanco antes de cerrar el agua y salir de la bañera, secándose rápidamente mientras los golpes continúan. Ayesha se pone una camiseta y unos pantalones antes de bajar corriendo las escaleras y abrir la puerta, encontrando a Tommy.

"¿Qué te tomó tanto tiempo?" Él frunce el ceño.

"Me estaba duchando, lo siento. ¿Qué pasa?" Su brazo izquierdo se apoya contra el marco de la puerta.

Su cabello todavía está mojado y cae sobre su cara acaramelada. Ayesha tiene ojos grandes y oscuros y labios carnosos en forma de corazón. Su nariz es recta y sus rasgos faciales bastante finos. Ayesha nunca supo realmente sus orígenes, solo supuso por sus rasgos que es del Medio Oriente.

"Jesse y Ellie te están esperando en los establos". La voz de Tommy es indiferente.

La confusión se cierne sobre Ayesha, sus ojos parpadean y frunce el ceño. Se inclina sobre Tommy para oírlo mejor.

"¿Que quién?" Ella entrecierra los ojos.

"¡Jesse y Ellie!, ¡Para patrullar!" Dice más fuerte.

Ayesha está aún más confundida de lo que ya estaba. Dina patrulla con Ellie y Jesse, no con Ayesha. Ella nunca ha patrullado con ellos.

"Normalmente patrullamos los miércoles y viernes...Es lunes". Ella comenta.

"Sí, pero Dina tiene...ya sabes, calambres muy fuertes, así que la estás reemplazando". Él le dice a ella.

Ayesha no podía creerlo. Desde que llegó a Jackson nunca se le habría ocurrido patrullar con Ellie y Jesse. Y para Ayesha, sólo hay una respuesta correcta.

love drought (ellie williams)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora