-Se ve a un joven Tn siendo cuidado por una familia de edad mayor a la media que lo consideraban su propio hijo. Al ser el menor, era obvio que recibiría la mayor atención, pero claro, tampoco dejaban de lado a su talentosa "hermana"-
Mujer: Irene, cada día tus notas son más impecables.
Hombre: De seguir así, incluso podrías ingresar a una de las mejores universidades de Estados Unidos, ¿no te parece bien?
Irene: Sí, me esforzaré mucho, mamá, papá.
-Tal vez era el efecto de la edad en su visión o el cariño que sentían hacia los niños lo que los cegaban de la realidad. Desde que Irene llegó a su vida, sus emociones siempre eran fingidas: felicidad, tristeza, odio; todo eso no era más que una fachada para un monstruo que estaba creciendo dentro de un cascarón de emociones falsas que ella misma había creado. La grieta que los separaba del exterior eran sus ojos, pues aun siendo tan joven, Tn pudo notar en ella aquella mirada muerta que delataba sus intenciones. Después de todo, dicen que los ojos son las ventanas del alma-
-Cambio de escena-
-Recientemente el perro de la familia había muerto, lo que puso triste a Tn, pues se había encariñado con él. La pérdida de alguien cercano para él fue como una daga al corazón, cosa que muchos niños experimentan alguna vez en su vida, ya sea una mascota, un familiar, un amigo tal vez. Pero con Irene, ella fingía tan bien su tristeza que sería la persona más joven en ganar un premio Oscar, antes de que se volvieran inclusivos-
Irene: Es triste, ¿no es así? Fido siempre fue un perro leal, pero desde que vino como cachorro era obvio que iba a morir. Es el ciclo de la vida. Oye, ¿no quisieras verlo?
Tn: Pero Fido...
Irene: Lo sé, pero, ¿y si hubiera una forma de acercarte a la muerte sin morir? Para ver a tus seres queridos, ¿te interesaría probarlo?
Tn: ¿Puedes hacer eso?
Irene: Déjaselo todo a onee-san.
-Irene recuesta a Tn sobre su cama para luego colocarse sobre él para evitar que se mueva-
Tn: ¿Qué vas a...? -En ese momento las manos de Irene se posaron en su cuello y comenzaron a apretar con fuerza- Aghhh... aghhh...
Irene: Tranquilo, te prometo que no te mataré, solo será un pequeño sueño. ¿O acaso no confías en mí, Tn?
-Tn se esforzaba por respirar, intentando mantenerse despierto, pero lo único que vio fue aquella inocente sonrisa retorcida de disfrute en el rostro de su "hermana"-
Irene: Y si en caso llegas a ver a Dios, no dudes en contármelo.
-Tn claramente sintió un miedo recorrer su cuerpo, pero este fue desapareciendo mientras su cuerpo perdía más fuerzas y oxígeno. En un intento de sobrevivir, intentó liberarse en vano del agarre de Irene, apretando con fuerza las muñecas de Irene, pero al ser ella mayor, era mucho más fuerte que él-