4. Me senti su protector

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Todo inicia de forma simple, algo como un saludo o... rompiendo lo más preciado para la otra persona;realmente, la primera impresión no es importante.

Pedro Pablo se había sentido realmente mal por haber roto la escultura de Bosco. Si bien eso había pasado hace mucho tiempo, estar ahí haciendo otra con el chico le recordaba la situación.

—¿Ahora entiendes por qué me dolió tanto la primera vez que se rompió?—cuestionó el de lentes.

Pepa levantó la vista, asustado. Sí, se sentía mal por lo que pasó.

—Perdóname. Creo que no fue una buena primeraimpresión-.

—Es broma, ya no estoy molesto por eso—lo interrumpió al notar cómo iba a disculparse. —Sé que fue una forma rara de comenzar, pero me alegra ver que todo mejoró—Sonrió.

—Sí, todo está mejor así.

Después de una pequeña plática, Bosco le entregó una pequeña figura. Sintió algo de calidez estando ahí, solo ellos dos. La forma en que habían comenzado a conectar era diferente.
Notando la hora que era, el rizado tomó la decisión de marcharse.

—Es algo tarde, Bos. Me iré a lavar las manos y después me voy —comentó mientras dejaba la escultura en la mesa.

—Espera—Bosco tomó de la muñeca a Pepa—. No quería hacerte sentir mal por lo de la escultura.

—Está bien, dices que ya no estás enojado por eso.

—Así es, pero...—soltó al rizado y se acercó a un mueble cercano. Tomo un paquete que estaba envuelto en un extraño papel de colores. — Esto es para ti. Me regresaste el libro, entonces pensé en darte otro regalo.

Se lo entregó, Pepa miró el regalo con asombro. Lo dejo sobre la mesa.

—Gracias, pero primero me voy a lavar las manos. No quiero mancharlo.

Salió del cuarto. Suspiró cuando al fin entró al baño. Tal vez era demasiado acercamiento con Bosco, sabía que si seguía así, podía hacer que le gustara más de lo que ya le gustaba. Se dispuso a lavarse las manos, después de secárselas se regresó al cuarto.

—Bien, ahora si, ya me voy. Muchas gracias por el regalo, Bos.

Guardó el paquete en su mochila y se despidió. No tardó mucho en llegar a su casa, no había nadie. Se sentó en el sillón con la intención de abrir el regalo. Al romper el envoltorio, una hoja resbaló y cayó al piso. La desdobló para comenzar a leer:

Lamento que no te haya ido bien en tu cumpleaños. He guardado este regalo para ti desde hace ya un rato. Sé que al inicio no fui la mejor persona, te traté mal, pero ahora que te conozco mejor puedo estar seguro de que no te merezco como amigo... Ni siquiera como algo más.

Hace ya un tiempo comencé a cuestionar sobre lo que realmente soy, estar contigo me hizo darme cuenta de que no soy realmente lo que quiero ser. Siempre me guio por lo que mi abuela decía o por lo que mis amigos decían y nunca logre formar un criterio propio. Luego llegaste tú, y toda tu familia, a demostrarme que nada es lo que parece.

Bueno, el objetivo de esta carta es simple. Solo quería felicitarte por tu cumpleaños, agradecer todo lo que me has enseñado.

-Bosco Villa de Cortes.

Pepa sonrió. Dejó a un lado la carta para poder ver lo que Bosco le dio, un libro con una pequeña nota.

Esta vez no me lo devuelvas, es todo tuyo.

Paloma ajena───BosPa, One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora