_ Habían transcurrido dos días en los que Adriana se encontraba librando una lucha interna entre su sentido común que le gritaba que una relación con Richard le acarrearía muchos problemas y su deseo infinito de tomar todo lo que él tenía para ofrecerle.
_ Adriana se sentía desconcertada por la combinación tan extraña de sentimientos que Richard provocaba en ella por un lado, un deseo que la consumía , lujuria, curiosidad y sobre todas las cosas miedo.
_Ella misma no entendía el cúmulo de sentimientos que amenazaban con hacerla perder la cordura, porque mientras la mayoría de las jóvenes soñaban con el amor, para ella solo representa vulnerabilidad.
_Porque? Simple el darle su corazón a alguien a su parecer sería darle la oportunidad de lastimarla, el estar enamorada la haría frágil y Adriana trabajo muchos los últimos años para crear tantos escudos como le fueran posible.
_Después de llenarse de valor se encontraba camino a casa de Richard, ella no podía darse el lujo de ser lastimada por esas cursilerías del amor, cortaría de raíz esa relación que en primer lugar no tuvo que iniciar.
_En el mismo momento que cruso el lumbrar de la casa de la señora Lara Adriana supo que había perdido la batalla sintió que su corazón se saltó un latido incluso había olvidado como se respira, solo fue conciente de esos hermosos ojos melancólicos que la observaban con tanta atención, con una dulzura infinita, Adriana perdió la cordura y sus más bajos instintos tomaron el control de su cuerpo.
_Sus pies se movieron solos al encuentro de Richard y en un momento solo fue consciente estaba en una habitación contra la pared, su boca siendo devorada, las manos de él por todo su cuerpo acariciando la , estrujándola que exigían acceso en su ropa interior y ella feliz se lo brindó.
_Richard la penetro con dos dedos, llevándola al límite,mientras asaltaba su boca sin piedad y justo cuando sintió llegar a su orgasmo él se detuvo abruptamente Adriana hizo un puchero de pura indignación a lo que él le respondió con una sexy sonrisa totalmente conocedor de su control sobre ella se tomó su tiempo al liberar de su pantalón su erección sin más la empalo y lleno por completo, marcando el ritmo, primero en un pausado pero profundo movimiento luego en salvajes estocadas aumentando las estocadas cada vez más, Adriana estaba llegando a su clímax y no pudo contener sus gemidos una mano de Richard cubrió su boca rápidamente a mismo tiempo que aumentaba el ritmo de las estocadas ya para Adriana la batalla estaba perdida, el orgasmo la asalto sin previo aviso dejándola totalmente agotada; Richard sonrió sabiéndose vencedor unas estocadas más tarde él también llegó a su liberación derramando en lo más profundo de Adriana su simiente .
_ Richard, descansó unos minutos su frente sudorosa en la de Adriana mientras recobraba el aliento, conectando su miradas, una sonrisa traviesa adornó sus labios, se acercó más a Adriana para susurrarle una frase que ella no podría olvidar jamás...
"Dos son uno, uno ninguno."
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Nota de la autora:
Mil disculpas con las faltas ortográficas, porfa cuéntame que te ha parecido y desde qué país me lees .
No olvides darle a la estrella
Gracias besos
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Devuélveme tus ojos
Romansa"Muchas veces en el transcurso de nuestra vida perdemos nuestra esencia y no lo recordamos o peor aún no la recuperamos." Para Adriana siempre ha sido muy claro el momento en el cual perdió su corazón y el sentido mismo de su vida por culpa de unos...
