OO2. Oh, no

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Desde el comienzo de su amistad, Jennie y Lisa habían prometido aceptarla sin restricciones. A Rosé no se le hacía justa aquella situación.

Pensó en que desde siempre su madre le había dicho que era una niña muy inventora e intensa que cuando tenía una idea en la cabeza nadie se la sacaba, y al imaginarse a Jen y Lisa pensando de la misma manera, se sintió muy triste.

Así que se alejó de sus amigas y perdiéndose entre pensamientos, pasó de estar quejándose en voz alta a caminar cabizbajo, desanimada a través de los pasillos de la escuela y por primera vez permaneciendo tan callada.

Entonces escuchó por encima la conversación de dos chicos que pasaron a su lado, y lo que oyó no le gustó para nada.

¿Esa no es Roseanne Park?

— No lo sé. Es la primera vez que la veo sola.

— Tal vez es que las dos únicas amigas que tiene finalmente se cansaron de ella.

Así que inevitablemente Rosé se detuvo para mirar directamente hacia ellos de manera asesina, conectando abruptamente miradas con ambos, que ya se encontraban mirándola y señalándola antes de que ella alzara el rostro, y saltaron de golpe en su lugar al ser sorprendidos por Rosé.

— ¿De verdad les importa? ¡No tiene nada que ver con ustedes si camino sola o no! ¡¿Acaso no piensan que son patéticos?! ¡Porque lo son! — les soltó agresiva, mirándolos mal para luego seguir su camino.

Pero el destino parecía gritarle en la cara que se estaba quedando sin mejores amigas. O al menos así lo veía ella, siendo tan dramática como era.

Pensó que perder el tiempo llorando, a pesar de que quería hacerlo, sería muy tonta de su parte. Así que en lugar de eso, se escapó de la escuela con cuidado de que nadie la viera salir, teniendo en mente no sólo saltarse la primera hora, sino todas aquel día.

Porque de la nada, saltó a la cabeza de Rosé una idea que sabía que no se iría tan fácilmente.

Porque en algo sí tenía razón su madre.

Nada era capaz de sacarle ideas de la cabeza cuando las tenía.

— Oh, no. No se van a librar de mí tan fácil. — susurró con una pícara sonrisa cuando ya estuvo fuera de la institución, echando a correr por las calles sin querer perder ni un segundo más.

Cry For Me | JenChaeLisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora