Narra Ramses:
Luego de cambiarnos lleve a Azharath al jardin donde tenia preparada una pequeña mesa con varias frutas y comida junto con dos cojines para sentarnos, ordene que lo prepararan para disfrutar con ella.
Ella se veia hermosa como siempre, un vestido blanco y largo, con un escote pronunciado entre sus senos acompañado con unos brazaletes que le regale, unos lindos adornos en el cabello y un sutil maquillaje.
Todo en ella es hermoso, me case con la mujer indicada.
- Gracias por todo esto Ramses, todo esta muy rico aqui - dijo mientras ya estabamos sentados disfrutando de la comida -
- Todo por ti mi bella Azharath, y esto solo es el principio tengo mas cosas para ti pero eso sera luego -
- Mas cosas? Me has llenado de cosas estos dias -
- Y seran mas cada dia, te mereces todo esto y mas Azharath, si es necesario pondria a todo Egipto de rodillas ante ti y que reconozcan quien es su reina, su soberana y mi esposa sobre todo. Nadie te pasara por alto nunca -
No le di tiempo a que me conteste porque comence a besarla, Azharath es maravillosa, inteligente y preciosa. Hasta Isis le tiene envidia, esta mujer logro cautivarme apenas la vi.
Ni siquiera las candidatas que me habia presentado mi padre tenian la belleza de Azharath, ninguna mujer se compara con ella ni tampoco existira porque es unica.
Y de hecho ya hable con Bakenmut, Ikeni y algunos mas sobre quitar la ley que habla sobre tenes varias mujeres para alianzas politicas, la unica mujer que quiero en esta vida y en la sigue es Azharath, ninguna otra mas que ella.
Luego de terminar nuestro pequeño banquete en el jardin, la lleve hacia el rio Nilo, ya Ra se estaba yendo y la mejor vista esta desde alli.
- ¿Te gusta la vista mi reina? - le pregunte posicionandome detras de ella con mis brazos al rededor de su cintura -
- Claro que si mi soberano, todo lo de hoy me encanto, fue como una pequeña luna de miel -
- Para eso ya tengo preparado a donde iremos -
- Puedo saber a donde? -
- Sera una sorpresa para ti pero te gustara -
- Si viene de ti, estoy segura que si - dijo para dar media vuelta y juntar nuestros labios con Ra de fondo yendose ya casi haciendose de noche -
Volvimos a Palacio antes de que anocheciera mas, ordene a unos de mis criados que prepararan un baño en nuestros aposentos antes de irnos a descansar
Ya estabamos los dos metidos dentro, relajandonos luego de todo de este dia, agradezco a los dioses por poner a Azharath conmigo, es la unica que logra sacarme una sonrisa y ponerme bien cuando estoy mal. Mi hermosa esposa.
- Necesitaba este baño, la pase de maravilla hoy -
- Me alegra de que te guste, hice que lo prepararan para terminar con este dia relajandonos un poco luego de todo lo de hoy -
- Todo lo que preparaste estuvo hermoso Ramses, gracias por lo de hoy -
- No tienes que agraderceme nada, ahora eres mi esposa y te trataran como se debe, nadie te faltara el respeto -
- Eres el mejor rey, lo sabes? - dice mientras empieza a acariciar mi abdomen marcado -
- Si lo se, pero tu eres la mejor reina que va a tener todo Egipto y de eso no hay duda - dije mientras comenzaba a besarla -
Si pudiera, estaria todo el dia pegado a los labios de ella, siempre tengo ganas de estar besandolos
Despues de nuestro baño nos dirigimos hacia nuestra cama para ya descansar. Ella ya no tenia que irse a sus aposentos porque sus cosas ahora estan aqui y ahora estos son suyos tambien
Mañana volvemos a nuestros deberes como soberano y ella empezara los suyos como soberana
- Descansa mi amada esposa, de ahora en mas compartiras conmigo estos aposentos, mande a Bakenmut y Ikeni que trajeran todas tus cosas aqui -
- Gracias mi rey, no sabes lo feliz que estoy de ser tu esposa -
- Te elegi desde que te vi por primera vez Azharath, no era ninguna de las candidatas que me presento mi padre ni ninguna otra mujer, eras tu - le digo mirandola a sus ojos castaños -
- Te amo Ramses -
- Te amo Azharath, hasta el final - dije para depositar un beso en sus labios y que los dos caigamos en los brazos de Morfeo -
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𝑀𝑖 𝑅𝑒𝑖𝑛𝑎 || 𝑅𝑎𝑚𝑠𝑒́𝑠
Fanfiction𝐴𝑧ℎ𝑎𝑟𝑎𝑡ℎ 𝑓𝑢𝑒 𝑒𝑛𝑔𝑎𝑛̃𝑎𝑑𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑀𝑜𝑖𝑠𝑒𝑠, 𝑙𝑢𝑒𝑔𝑜 𝑑𝑒 𝑑𝑒𝑟𝑟𝑎𝑚𝑎𝑟 𝑙𝑎𝑔𝑟𝑖𝑚𝑎𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑚𝑜𝑛𝑡𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑑𝑒 𝑚𝑎𝑡𝑎𝑟 𝑒𝑠𝑜𝑠 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑜𝑟𝑏𝑎𝑏𝑎𝑛. 𝑄𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑑𝑖𝑟𝑖𝑎...