Distancia Necesaria

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SeHun no se sentía incómodo, sino más bien un poco nervioso.

Estaba dentro de la habitación de Luhan, tomando un poco de te y viendo una película. Ambos sentados sobre la cama. Realmente no estaba muy concentrado en la película, porque Luhan sentado a su lado lo desestabilizaba mucho.

Miró de reojo al mayor, Luhan parecía concentrado en la película, bebiendo a ratos un poco de te y su perfil desde esa cercanía era realmente algo que empezaba a hacerlo olvidar de todos los problemas que habían fuera de esas cuatro paredes.

Sus labios... SeHun recordó que había pasado ya un buen rato sin que se hubieran besado, el perfil de Luhan fue algo tan fácil de observar, tan fácil de perderse en él. SeHun negó levemente e intentó prestar una vez más atención.

Entonces descubrió que no era una película, era una serie norteamericana. Oh, maldita distracción la suya. Pero tampoco le importo mucho por que casualmente ya se había visto aquel episodio, entonces decidió observar a Luhan solo un poco más.

—¿Acaso soy tan apuesto que no puedes dejar de verme?

Luhan nunca dejó de ver la pantalla del televisor, solo sonrió un poco y SeHun entrecerró los ojos, en una mezcla de molestia y vergüenza. Decidiendo mejor mirar al televisor.

—Solo me aburrí un rato. ¿Ahora no puedo mirarte?

Luhan amplió su sonrisa. SeHun escuchó como el mayor dejaba la taza sobre la mesita junto a la cama, pero lo que no pudo prevenir fue que Luhan le quitara su te y luego lo agarra de los brazos para poder recostarlo en la cama.

—En realidad SeHun...— Se sintió un poco apresado entre el suave colchón y el cuerpo de Luhan, su respiración profunda rozando sus labios. Y el sonido irrelevante de su propio corazón. –Tú puedes mirar, tocar y besar todo lo que quieras en mí.

De acuerdo, eso había sobrepasado todos los niveles sugerentes que su propia mente podía aguantar. Levantó un poco la cabeza. Rozando los labios de Luhan y dejando que el beso los uniera solo un poco más.

El movimiento de sus bocas profundizó. Robándole el aliento a Luhan dejando que Sehun todavía sostuviera sus brazos. Esperando que los latidos de su corazón no fueran audibles en algún momento.

La inexperiencia en ese gran paso que estaba a punto de dar resonó en el interior de su conciencia, pero SeHun se dejó arrastrar por él, por sus besos, por las emociones que desbordaban en él. Porque lo él sentía por el mayor y lo que Luhan sentía por él.

Porque si no había un mañana para los dos en ese momento mucho no importaba. Porque justo en este instante ambos se amaban. Y era ese sentimiento lo que perduraba. Sehun fue soltando sus manos y para cuando pudo percatarse sus manos lo habían impulsado una vez más, esta vez para que volviera a sentarse.

Su cuerpo empezaba a reaccionar ante el tacto de las manos de él. La respiración era ya menos relajada y sus rostros tan cerca, lo suficiente como para que hablar entre susurros fuera perfecto para ellos.

—¿Estás seguro de lo que estamos a punto de hacer?

—Créeme, sino fuera así, hubiera detenido tus manos hace mucho rato.

La sonrisa de Luhan murió en los labios de SeHun. Entre sus cuerpos estrechándose un poco más el uno al otro. Los dedos de Sehun rozaron el estómago del mayor y su cuerpo se sobresaltó un poco pero aun así le permitió al mayor que empezara a levantar la camisa.

Y si su corazón había latido apresuradamente en ese momento, justo ahora latía violentamente. Su cabello se desarregló un poco, Luhan dejó la camisa caer a un lado de la cama. Y SeHun volvió a envolverse entre sus labios. EL mayor de los dos rozó con sus manos la amplia espalda de él. Colando las manos por debajo de aquella camisa de tela. Recostándose una vez más. Solo lo necesario para que el pilo de almohadas en la cabecera lo hicieran sentirse más cómodo.

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⏰ Última actualización: May 26 ⏰

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