Maid Café

¿Me escuchas? Te lo prohíbo.

En Akihabara hay muchas cosas que puedan llamar la atención de alguien.

Pero justo en ese momento, ver un grupo de nueve mujeres, entrando y saliendo de los diferente Café como si estuvieran buscando a alguien, era algo que definitivamente llamaba la atención de cualquiera.

Pero lo que especialmente hacía todo muy extraño, es que estas mujeres hablaban un poquito, quizá demasiado fuerte, y por supuesto eran muy bellas, todas ellas encabezadas por una mujer de unos cuarenta y tantos que con un bolso de mano les indicaba a las demás hacía que lugar ir.

Los tacos de sus zapatos resonaban entre las calles, y es que no era un grupo pequeño, y las personas indudablemente se abrían al verlas pasar, porque sencillamente pensaban que todas esas mujeres se habían escapado de algún lugar por buscar a alguien más.

...

...

—Estoy cansado...

KyungSoo estiró un poco su cuerpo y sonrió.

JongIn desde la caja únicamente alejó la mirada del Guitar Hero y decidió prestarle atención al muchacho quien parecía ligeramente detraído ante la presencia de tan poca gente ese día en el café.

—¿Saben lo que oí de uno de los clientes?

Yuna llegó, con la bandeja en sus manos y jugando con el lápiz en sus manos.

—Dicen que hay un grupo de mujeres afuera que está alborotando toda la plaza, buscando a un tipo. Aunque nadie termina de entender lo que sucede. ¿Qué creen que esté pasando?

—Tal vez están buscando a su novio compartido, ya sabes uno de esos infieles que colecciona mujeres. Seguramente lo buscan para darle su merecido. — SeHun bromeó un poco mientras veía a JongIn restarle importancia a la situación.

—¿Y es que cuantas son?

—Pues... Me dijeron que eran como nueve.

—Abusado el sujeto.

ChanYeol y SeHun rieron, pero KyungSoo levantó la mirada asustado y clavó sus ojos en el enorme ventanal del Maid, el grupo de mujeres ya se encontraba en el local de enfrente y desde ahí, él no las podía ver bien.

—¿Soo, que sucede?

En cuanto KyungSoo perdió el color del rostro y corrió a esconderse tras JongIn, justamente agachándose a las piernas de él, ChanYeol arrugó el entrecejo y por obviedad fue el turno de Kim para perder el color en su rostro.

—¡Oh, JongIn Oppa!

Una hermosa castaña apareció por la puerta del Maid, señalando al hombre que se encontraba tras la caja y de inmediato dio su gritó de alerta.

—¡Están por acá!

JongIn solamente vio a KyungSoo quien se encontraba agachado por sus piernas pidiéndole que guardara silencio. JongIn tragó duro en ese momento e intentó hacer un amago de sonrisa cuando vio a la madre y sus ocho hijas ingresar al Maid.

...Porque a veces mentir por KyungSoo era muy complicado.

...

...

—Wow, este departamento es increíble.

—¿En serio vives aquí Soo?

—Es un lugar precioso, joven Kim.

ChanYeol miró divertido a la avalancha de mujeres que en este momento rodeaban tanto a JongIn como KyungSoo y se arrimó un poco en BaekHyun, ambos cerca del balcón del departamento, puesto que, debido a la ocasión, JongIn había optado porque cerraran temprano.