°*★..Te amo aunque la gente No..★*°

「 ✦Flores✦ 」

(🪷)... ¿Otro día?, donde estaba Venus, Tierra y Marte hablando como siempre sobre juegos que podrían jugar en algún momento, cuando tengan tiempo. Y en eso Ceres los veía con bastante interés para querer unirse a esa conversación, aunque le daba algo de pena, ya que no les caía del todo bien a Venus y a Tierra, excepto a Marte, Pero el quería hablar con los 3 y que a los 3 les caiga bien Ceres, aunque para eso tendría que mostrar que cambio mucho, pero le daba cosa, entonces por ahora solo los observaba.

Tierra: ¡Ya se!, Podríamos jugar a las escondidas, ¿No?.. escuché que mis terricolas siempre lo juegan... Creo.

Venus: Pues... Creo que estaría bien, ¿O no Marte?.

Marte: Supongo, Pero después!, tengo que hacer cosas con Fobos y Deimos.

Tierra: Uhm, bueno, entonces mientras lo juego con Venus!

Venus: Sí!..-Dijo para ir yéndose de la órbita de Marte con Tierra algo tranquilo-.

[🌺]... Cuando Tierra y Venus se fueron a jugar a las escondidas, Marte se quedó en su órbita cuidando de Fobos y Deimos bien tranquilo y feliz que incluso sonreía. Ceres al ver su sonrisa simplemente sentía el calor en sus "mejillas", para el la sonrisa de Marte había sido la sonrisa más hermosa y más brillosa del mundo... Más que las estrellas. A partir de ese "día" iba amar esa sonrisa suya y esperarla con ansias. Por eso dió vueltas y sonreía como todo un enamorado el enano (Ceres), mientras Marte seguía cuidando de Fobos y Deimos.
En eso Ceres se fue de órbita en busca de algo especial para darle a su querido Marte, busco y busco, hasta que encontró un hermoso tulipán que al parecer habían dejado flotando, por eso cuando volvió a su órbita le tiró el tulipán a Marte y se escondió rápidamente, en un lugar donde podia observarlo. Cuando Marte vio que le habían tirado un tulipán lo agarro medio sonrojado y su sonrisa simplemente fue mucho más feliz que miraba un poco su alrededor para ver quién o que se la había tirado, Pero no vió nada más que un poco de Ceres... Y desde ahí supo quién lo observaba, Pero no se animó a decirle ni "pio" por algo de vergüenza.