Blasfemia en Hazbin Hotel

Capitulo 5: La Caseria del monstruo

"Aun duele su recuerdo, un recuerdo que fue olvidado por varias generaciones , uno que recuerda a una tragedia que ocurrió hace mucho años atrás. Una aldea ubicada en el anillo de la ira en donde solo habitabano diablillos amantes de la guerra y de fieras bestias.

Entre todos los pueblerinos de la aldea, un matrimonio nacía entre la unión de dos diablillos, el padre y la madre. Ellos se conocieron en una bella mañana debajo de un hermoso árbol en el campo, los dos hablaron, charlaron y con el pasar del tiempo los dos se enamoraron.

En la villa del pueblo se celebro su matrimonio en una hermosa boda, todos los aldeanos vinieron como invitados en su unión y cuando terminaron de dar sus votos, los dos se besaron a la vez que los gritos y los aplausos de Alegría, de sus seres queridos.

Con el paso del tiempo la pareja de esposos disfrutaba la compañía del uno con el otro y vivieron varios años con esa felicidad. Un día cuando la madre caminaba en las calles del pueblo vio como varias madres jugaban con sus hijos y los abrazaban con mucho cariño y amor.

Ella al verlas a las madres con sus hijos se quedo maravillada, se imagino así misma cargar a un bebé con sus brazos junto con su marido sonriendo, después de un rato de mirar a las madres, la madre volvió a su hogar y le contó a su marido lo que vio y expreso su deseo de traer a un hijo al mundo.

El padre al escucharla se maravillo de la idea y no objeto en contra, la madre al escucharlo lo abrazo con mucha felicidad y él le correspondió el abrazo y la cabaña se llenaron de muchas risas y cantos.

Sin embargo con el pasar del tiempo el hijo que tanto deseaba no llegaba a sus puertas, trayendo una gran tristeza al matrimonio en especial la madre, trayendo así una era de desgracias y tristeza.

Ellos intentaron todo para engendrar un hijo, consultaron con sus vecinos y médicos pero nadie los ayudo o aquellos que lo intentaron fallaron. La desesperanza y la angustia llegaron al matrimonio la madre lloró de pura tristeza mientras su marido fiel se quedaba a su lado para consolarla y así su vida de felicidad llego a su fin.

El padre en su desesperación no tuvo más remedio que poner la fe en su suerte y rezar a algún Dios o quien sea para que le otorgara a un hijo, sabía que hacer esto era muy mal visto en la aldea por una muestra de debilidad pero la deseperacion le gano.

Cada noche junto con su esposa rezaban a cualquier deidad para que le dieran un hijo, rezaban para que un milagro llegara a sus puertas, un milagro que los habían abandonado por mucho tiempo, un milagro que se creyó extinta y muerta hace mucho en una tierra olvidada, un milagro doloroso".

El Penitente se despertaría de su sueño al sentir que los rayos del sol, le pegaban a sus ojos, se sentaría en su cama mirando al suelo.

"¿Qué fue ese sueño? " se preguntó con duda el guerrero al sueño que tuvo, viendo a varias figuras negras qué se asemejaban a unos pequeños demonios, además de escuchar la voz de un narrador, una voz que transmitía tristeza, pesar y melancolía.

¿Por que tuvo ese sueño?, ¿Era un mensaje?, ¿Un recuerdo? Y muchas preguntas similares se hizo el Penitente, y recordó lo que paso anoche en el vestíbulo.

"Debo encontrar a ese creyente" pensó el guerrero, tenía que encontrar a ese creyente al Milagro y eliminarlo, era muy peligroso tenerlo vivo y Dios sabe que estará haciendo ahora.

En eso recordó las imágenes de los cadáveres que vio anoche, "¿Por que mató a esos demonios" se preguntó el guerrero con duda, pero notaría que todos los pecadores que él asesino a matado eran borrachos.

"Tengo que investigar" pensó el guerrero para luego levantarse y salir de su habitación con su espada en la espalda.

El Penitente camino por el pasillo en dirección al vestíbulo y después de un par de minutos, llegaría al vestíbulo y bajaría por las escaleras y el guerrero vería como Charlie, Vaggie y Angel tenían una discusión.