Blasfemia en Hazbin Hotel

Capitulo 7: Regreso de La Caseria Y Una Sorpresa Inesperada

Ciudad Pentagrama / Calles

Nunca en su vida le había alegrado regresar a la ciudad Pentagrama desde que cayo aquí, a veces esperaba que al despertar estaría de vuelta en su, cama en su hogar y decir que toda esta mierda era un sueño y podía seguir su vida normal en la tierra. Pero por desgracia, esa esperanza fue muriendo con el pasar del tiempo hasta que finalmente ella aceptó esa verdad, aunque en el fondo sentía que no había olvidado esa esperanza aún.

- Joder, por fin de vuelta a la civilización - celebró una voz infantil detrás de ella y al mirar vio a Jean quien alzaba las manos en señal de victoria por haber regresado a la ciudad. A su lado estaba María quien compartía el mismo entusiasmo del niño Tiburón y su salvador estaba uno metros detrás de ello.

-Al, fin en casa - dijo Elisa viendo directamente a los edificios de la ciudad, junto con los pecadores caminando en las ceras. Por primera vez le agrado ver a la ciudad junto con el ruido de los disparos y explosiones, eso la sintió un poco más cómoda.

- Bueno señores, aquí nos separamos - dijo Jean haciendo que todos lo miraban con duda.

- ¿A que te refieres Jean? - pregunto María confundida por lo que dijo el niño tiburón.

- Acuérdate lo que dije en el bosque Maria, al llegar a la ciudad nos separíamos - habló Jean serio haciendo, qué está se pusiera un poco triste.

- Aaaa si, ya me acuerde - dijo Maria un poco decaída, pero su semblante cambió rápidamente por uno más alegre

- Entonces estos es un adiós, espero que nos volvamos a ver para jugar un rato-dijo felizmente María, irritando a Jean 

- No te hagas muchos sueños niña, yo no juego con niñas pequeñas- dijo Jean un poco irritado por la actitud de la pequeña caníbal

-¿Esta seguro de eso niño? Vagar en las calles en el infierno es muy peligroso en especial si eres un hijo de un jefe de la mafia- dijo Elisa cruzando los brazos, a ella no le importaba lo que le pasara al niño, pero no pudo resistirse en preguntar ya que este mocoso le recordaba mucho asu tonto hermano 

- Tranquila cierva, aunque no lo creas conozco esta ciudad como si fuera la palma de mi mano- dijo un poco arrogante Jean

- Además que en un par de cuadras de aquí, hay un bar en donde los hombres de mi padre se reúnen, ellos me llevarán ante él- hablo Jean con una pequeña sonrisa.

-Como tu digas niño- se encogió de hombros Elisa, Jean fijo su mirada en el Penitente.

- Y a ti mudo - dijo el niño tiburón señalando al guerrero.

- Supongo, que estoy en deuda contigo por haberme salvado de ese loco - dijo Jean un poco apenado haciendo que Elisa levantara una ceja por esto.

- Desde cuando cuando los jefes de la mafia cumplen con su palabra -dijo Elisa sin creer mucho lo que decía Jean, ella realmente no creía en esas palabras ya que Brian le debía la vida a otro líder rival por haberle salvado la vida en un tiroteo, pero cuando este le vino a pedir ayuda y cobrar la deuda, Brian lo mato diciendo que eso fueron palabras vacías y le importaba un culo, desde ese día ella no le creía promesas a otro lideres mafiosos

- No me compares ni a mi padre con esas basuras, a diferencia de ellos nosotros si cumplimos con nuestras palabras - dijo Jean claramente ofendido por lo que dijo Elisa, la familia mad gordo siempre cumplen con sus deudas sin importar a quien sea.

- Ahora me despido, una buena comida y un gran televisor me esta esperando en casa, adiós - Se despidió Jean para luego caminar hacia el este, el lugar en donde estaba el bar qué dijo, a los pocos segundos después desaparecer de la vista del grupo.