🪻Iɳʋҽɾɳαԃҽɾσ ԃҽ Lʅυʋια🪻
Rҽϝʅҽƈƚισɳʂ - The Neighbourhood♬
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Historia propia, escrita por mí.
Habrá cameos de otros grupo...
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The Dancer and her Vigilant
— Es realmente hermosa. — Maiyoung veía con amor a la luna.
Y vaya que era hermoso. La luna flotaba en el cielo estrellado, los distintos tonos azules y el blanco casi transparente del satélite eran un espectáculo a la vista, o así era para Maiyoung.
— Si, lo es. — Ej también reconocía la belleza misma cuando la veía, él pensaba que la luna era uno de los fenómenos más espectaculares que podrían existir. — Parece que te gusta la luna. — Ambos se miraron después de lo dicho por el chico. — ¿Gustarme? Me encanta, realmente la adoro. Cada oportunidad que tengo de verla es una verdadera bendición.
¿"Cada oportunidad"? ¿Ella no puede verla todas las noches? No, imposible. Todas las noches salgo a caminar y la luna está iluminando el cielo. Un mar de pensamientos vinieron a la cabeza de Ej apenas escuchó las palabras de la chica.
— ¿Tú... No ves a la luna todas las noches? — Estaba dudoso de si preguntar o no, no quería tocar una fibra sensible. — No. Solo puedo verla una noche al año, hoy. — Ella regresó su mirada a luna, con leves lágrimas formándose en ellos. — ¿Haz escuchado a la luna cantar? Solo puedes cuando cierras los ojos y dejas que tu cuerpo se guíe de la melodía, las flores y yo disfrutamos escuchar su voz.
El canto de la luna era dulce, pero también triste, como si llorara por tener que despedirse de Maiyoung nuevamente. Sonaba como un piano desgastado que era tocado con aprecio y dedicación, que lástima que la lluvia que llegaba junto a la luna esas noches tapaba su melodía.
Pero a Maiyoung no le importaba, ella consideraba a la lluvia como otra querida compañera, otra amiga. Esta tenía su propia voz, las gotas formaban su propia melodía. La lluvia y la luna se unían una vez al año para cantar una melodía digna de un baile, baile que la chica interpretaría junto a sus otras amigas, las flores.
— Las flores...— Ej pasó detenidamente sus ojos por cada zona del área floral, descubriendo que las plantas parecían bailar con el viento al compás de sus pétalos llenos de vida. — ¿Las flores son tus amigas?
— Si, nunca he hablado con alguno de los otros residentes, solo con mis vigilantes y siempre se encargan de hacerme saber que no quieren una amistad. — La chica se distanció del pelirrojo, caminó hasta una escalera que había una esquina y agarró una regadera que estaba en un escalón. — Las flores por el contrario, me escuchan y apoyan, por eso las adoro tanto. ¿Las flores también son tus amigas?
Esta chica es adorable...
— No, la verdad no sabía que las flores hablan. — Maiyoung rió con la respuesta de Ej. — Las flores no hablan, pero el simplemente verlas es reconfortante. Cuando están marchitas se sienten tristes y débiles, entonces las riego y coloco abono y parecen revivir, se ponen felices y llenan el ambiente con su fragancia.
