Mis ojos pesaban demasiado, y aunque quería despertar, la voz impaciente de Sarah golpeando la puerta del bañome obligó a levantarme. Al hacerlo, abrí el grifo de la lujosa bañera,ahora mi cama, sintiendo cómo el agua se esparcía por todas partes gracias a un grifo diseñado para distribuir gotas por toda la bañera. Mis gritos resonaron al sentir la helada del agua, enfurecida y desesperada. Grité como una loca, apagando rápidanmente el sensor y saliendo de allí. Sin perder tiempo, retiré el pasador de la puerta. Sarah me ve y trata de reírse, cubriendo su boca con las manos.
-No te burles, he pasado varios días aquí, que ya me duele mi espalda.
Digo sobando mi espalda
-Venga señorita, pero usted esterca. Si le dijo Zahin, que podia dormir en la cama...
-No me amargues el día, Sarah. El es capaz de volver hacer lo que me hizo cuando estaba inconsciente.
Sarah me ayuda para que no resbale en el suelo de porcelanato, ya que estaba mojada por el agua. Sarah busca una toalla y me la entrega para que pueda secar al menos mi cara.
-Gracias... Como te decía, él es capaz de repetir sus desagradables acciones. Además, no le será tan fácil ni siquiera compartir la misma cama.
-Bueno, es decisión suya si quiera seguir durmiendo mal. Otra cosa, Zahin solicito que hoy se vistiera con esta ropa. Sarah me da la espalda y abandona la habitación. Al regresar, trae consigo una gran caja negra y la coloca en la cama.
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-¿Y eso que es?
-Tu ropa, me pidió que te la dejara, y esta vez te ruego que le hagas caso. Solo por esta vez, verás que no te arrepentirás.
Observo la caja, deslumbrada por su lujosidad. Sarah insiste de nuevo al notar mi silencio.
-Por favor, si no fuera una sorpresa te diría lo que está planeando hacer Zahin. A veces puede ser... La interrumpo
-Esta bien. Me pondré la ropa
-Muchas gracias. -Me hace una reverencia
-No hagas eso, que sea la última vez.
-Disculpe, Zahin la espera en media hora a fuera de la mansion.
-¿A fuera?
-Así es, le aseguro que no se arrepentirá.
Sarah me deja sola para cambiarme.
He pasado una semana aquí, aunque estuve inconsciente durante cinco días. Sin embargo, nunca permitió Zahin que me llevara fuera de la mansión, excepto en una ocasión, pero en ese momento intenté escapar.
