El cuarto rojo ❤️

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Advertencia ⚠️
Historia con lenguaje inapropiado para m3nores de 18 años.
Favor si no la quieren leer solo no me la reporten 😢

Capitulo 6

~El cuarto rojo ❤️ ~

— Veo que se están divirtiendo.

Dijo una voz proveniente a la entrada de la piscina.

Ambos volteamos a ver, teniendo enfrente a Mad.

Me acerqué a él, tomé una toalla y la coloqué sobre mi cuello.

— Cuánto tiempo, hermano.

Intercambiamos un apretón de manos y le di un beso en la frente.

— Solo pasaron dos años, no seas exagerado

— ¿Y que tal el trabajo?

— Bastante bien. También vine para hablarte de eso, quiero hacer unos negocios contigo.

— No se diga más. Déjame cambiarme y nos vemos en el despacho.

Mad observa detenidamente a Hanna.

— ¿Algún problema?.

— Luego me cuentas como sucedió eso...

— Sabes que te cuento todo, y esto no será la excepción.

— Ya me generaste mucha curiosidad.

***

Decendi de la habitación ajustándome la bata que solía llevar siempre. Al dirigirme a mi depacho, me encontré con Sarah y la detuve.

— Podrias hacerte cargo de Hanna. Ella se quedó en la piscina.

—  Que raro su majestad, yo acabo de estar en la piscina arreglando y no habia nadie.

— Puedes decirle a los demás que la busquen, no debe de estar lejos. Y vigílala.

— Cómo usted ordene.

Al llegar al despacho, encontré a Mad sentado y le dirigí la mirada.

—  ¿Quieres Irak?

—  Por favor.

Vertí dos vasos de Irak, le ofrecí uno a Mad y comencé a beber el otro yo mismo.

— Estoy encargado de una obra, es un hotel de lujo haya en Irán, y quería saber si podías remodelar los inmuebles tú.

 — Se escucha un negocio de mucho dinero.

— Así es. Es un hotel de cinco estrellas.

— Esta bien. — Comente. — Solo dime el estilo y material de como quieren los inmuebles y gestionamos el contrato.

— Sabia que podia contar contigo.

— Por que negarme, ganaremos bien ambos.

 — Asi es. Cambiando de tema, ¿cómo sigues con tu pesadilla?.

— Sabes que no me gusta hablar de eso.

— Soy tú hermano, y sabes que te quiero. Necesito saber si ya superaste eso.

 — Ya no sueño nada ya lo olvide.

— Se que fue traumático, un suceso como el tuyo jamás se olvidará, Zahin.

—  ¡Te dije que no quiero hablar de eso!.

Me levanté de la silla y fui a servirme más Irak.

— Bien, pero sabes que tú no tiviste la culpa.

ÉL ÁRABEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora