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Notificación: Tienes un mensaje nuevo de Husk.

Eran las siete y treinta de la mañana de un jueves, justo en un día libre. Cuando no tenía nada más que hacer, y quizás lo único sería que tenía que preparar el almuerzo de la niña de la casa, por supuesto. Había intercambiado números de teléfono con el cantinero salvador que lo salvó de morir en el puente, salvando su atractivo trasero de morir aplastado o atorado contra el pavimento. Habían planeado salir algún día en el que estuvieran libres ambos, justo había sido unos días antes de que su película porno terminará de ser tirada a la fanpage de ancianos-bebe-viagra, como los nombra él.

Estaba sobre la cama, sonriendo mientras sus pies hacían un vaivén lento y a veces emocionados por las respuestas rápidas del otro. ¡Oh, pero que adorable se veía! Sus dos ojos estaban cerrados, casi parecía uno de esos chinitos a los que los ojos se le ven como media luna mientras que sus mejillas se tornan rosadas por la emoción, y lo difícil que es contenerse cuando está solo en casa. ¡La culpa es de Husk también! ¿¡Cómo se le ocurre enviarle un mensaje en el momento en que despierta!?

Abrió el mensaje.

Husk: Oye, ¿Vamos por el café o no? Avísame para así no hacer planes.

Sus ojos brillaban como si tuvieran lucecitas de estrellas y un par de corazones rojos en el centro. Sí, bastante irreal pero así se percibía él mismo. Sus dedos fueron al perfil de WhatsApp del vejete tentador, mal hablado y sexy que está en línea y dentro del chat ya que dice "conectados".

— Mmm... ¿Qué debería responder?

Tarareó después de tocar la barra de texto, y que el teclado apareciera en la mitad de su pantalla. Pensando en lo que es probable que le responda, pensaba en que debería ser algo simple, sencillo y que no hiciera pensar al mayor que tenía malas intenciones con él (cosa que sí tiene pero que no planea decirlo, y menos en voz alta o en texto). Sus dos dedos pulgares casi ni se veían en la pantalla, sus ojos se movían de un lado a otro casi sin pestañear.

Y solo paró cuando finalmente había agregado el punto en el mensaje. Digamos qué... ¿Estaba satisfecho?

Dust: Espérame, estaré ahí en treinta minutos.

Claro... Esa respuesta no fue como si no hubiera estado un par de horas esperando dicho mensaje. ¿No? ¡Hasta había roto su record de levantarse temprano solo por estar viendo el teléfono! Aunque también se distraía viendo vídeos de su ídola Velvette, la diseñadora de moda que era cataloga por todos como la "loca de la moda" solo porque decían que ella había hecho un pacto con el satánico para que sus ropas de mala muerte se hicieran famosas. ¡Pero! Anthony puede dar certeza de que ella es magnífica tal y como él lo piensa.

Volviendo con Husk.

Husk: No hace falta que sea tan rápido.

Dust: En treinta minutos dije.

Sonrió mientras saltaba de la cama.

🕷️🕷️🕷️

— Iremos al parque de diversión primero.

Un rubio jalaba a un hombre mayor que él por la calle, aún con la mirada de las personas sobre ellos. Eso podía caerle por los pies a Anthony, pero eso es otro cuento para el otro que si parecía importarle. ¡Hasta iba tapando su cara para que nadie pudiera reconocerlo!

Husk chasqueó la lengua cuando empujó al menor dentro de un callejón hasta estamparlo contra la pared.

Se supone que iríamos solo por un café.

Sálvame. [HuskerDust]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora