Capítulo 1

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Ella observó el cigarrillo casi llegar al filtro y vio desvanecerse el humo mientras lo apagaba y dejaba en el cenicero. La música se escuchaba dentro de la casa mientras se encontraba en aquel balcón que daba al gran jardín central de la casa de Daphne. Su hermana mayor solía dar grandes fiestas de vez en cuando, quizás no tan seguido como hace unos años, pero definitivamente bastante memorables para la elite londinesa y la celebración de su esposo, Simon Basset, no podía ser la excepción.

Eloise Bridgerton no tenía mucho de lo que pudiera quejarse en su vida, sabía que era una mujer bastante privilegiada en más de un sentido. Gozaba de buena salud, belleza, independencia y además de todo nació bajo el seno de una de las familias más adineradas y respetadas de la ciudad. Con siete hermanos y una madre amorosa que apoyaba sus decisiones, metas y objetivos, además de todo el esfuerzo que ella misma puso en ello, se había graduado en de periodismo en Oxford y hecho un doctorado en lenguas clásicas y literatura. Cualquiera podría decir que tenía todo en el mundo, ¿y ella podría contradecirlo? Probablemente no.

Dio la vuelta y estaba por entrar de nuevo a la casa para poder volver a la fiesta cuando su mejor amiga desde la infancia, Penélope Featherington la sorprendió.

—¡Eloise!—exclamó con alegría Penélope, aunque a ella la hizo brincar de sorpresa.

—¡Dios, Pen! Casi me matas del susto—dijo llevando la mano a su pecho, de forma exagerada.

—Lo siento—soltó una risita la pelirroja—. ¿Dónde te habías metido? ¿Por qué estás aquí afuera?

A pesar de que al crecer Eloise no tenía demasiado interés en las fiestas y reuniones sociales, sí le gustaba el compartir con sus amigos y familiares. Puede que disfrutara de la calma de un buen libro, pero al final del día es una Bridgerton, ellos simplemente no pueden evitar el ser sociales y parte de todo. Quizás la única que podría decirse es diferente, es su hermana menor por un año, Francesa, aún así, ella ama estar en reuniones familiares más íntimas.

—Estaba fumando—admitió.

—¿Y eso qué? Todo el mundo lo está haciendo dentro.

—Lo sé, pero Daphne odia que yo fume y no quería que me viera.

Sí, por supuesto ella era una adulta de veintiocho años y podía fumar sin que nadie se lo prohibiera, de todas formas, hay muchas cosas que simplemente no se pueden olvidar y el ocultarse de su hermana cuatro años mayor para fumar un cigarrillo, aparentemente era una de ellas. A pesar de que sabía que Daphne no era tonta y estaba más  que consciente de ello.

Casi como si la mención hubiese manifestado a su hermana mayor, apareció Daphne caminando hacia ella.

—Eloise, te he buscado por todas partes—pronunció la mayor de las hermanas Bridgerton.

También graduada en Oxford en leyes, con honores, tal y como todos los Bridgerton. Es cierto que nacieron siendo bastante privilegiados, pero cada uno supo aprovechar ese privilegio y especializarse en el campo en que todos eligieron. Los únicos que seguían en la universidad eran Gregory y la menor de todos quién acababa de empezar su primer semestre, Hyacinth.

—¿Por qué todos me están buscando? Ya sé que soy maravillosa, pero en una fiesta llena de personas, ¿soy tan indispensable?—dijo con aquel típico tono de voz de ella.

Daphne sonrió con dulzura. Eloise siempre ha sido tan diferente a ella, pero eso no evitaba el amor tan grande que sentía la una por la otra. Después de todo, ella estaba en una casa llena de hermanos hombres cuando finalmente llegó aquella compañera que la hizo desarrollar un sentido del amor y responsabilidad que antes no había conocido. A veces la sigue viendo como esa bebé que tiene que proteger, aunque está muy consciente de que Eloise es capaz de protegerse sola, eso no evita que siga sintiendo que debe hacerlo.

What a Bridgerton wants.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora