𝙎𝙚𝙘𝙧𝙚𝙩 𝙇𝙤𝙫𝙚 🦋 𝙝𝙮𝙪𝙣𝙝𝙤

C25 ❥ Cancela tu cita

⌜Hyunjin⌟

El día de ayer, después de haber discutido con Lee Minho, fuimos enviados a un aula para "recapacitar" lo que habíamos hecho mal, sin embargo, no hicimos nada más que decir tonterías sin sentido mientras intentábamos terminar con el trabajo que nos había encargado el director y que debíamos entregar antes de que finalizara el absurdo castigo.

Y debo admitir que me sentí bastante cómodo y tranquilo durante todo el tiempo que compartí con Lee Minho, ah... no hay duda de que estoy completamente jodido.

—Tengo un chisme recién salido del horno— dijo Felix tan pronto tomó asiento frente a nosotros.

—¿Y ahora qué está esperando cachorros? — preguntó Seungmin sin elevar la mirada de su celular pues al parecer, el juego es más importante que el resto de las que cosas que se encuentran en su entorno.

—Lee Minho ha aceptado tener una cita... — no pude evitar escupir el refresco que estaba ingiriendo tan pronto escuché lo dicho por Felix.

—¿Qué has dicho?

—Lee Minho ha aceptado tener una cita— repitió Felix —¿Eso no es un suceso que debe ser anotado en el calendario de todos los estudiantes? ¡Por primera vez aceptó tener una cita!

Los celos y la molestia no dudaron en aparecer.

—¿Quién es la persona que lo invitó a salir? — preguntó Seungmin tan pronto bloqueó la pantalla de su celular para prestar completa atención al chisme de Felix.

El pelirosa se encogió de hombros.

—No lo sé.

—¿Qué te cuesta traernos el chisme completo? ¡Peca por completo o mejor no lo hagas!

Felix chasqueó la lengua.

—Algo es algo, ¿no lo crees?

Ambos comenzaron a decir tonterías sin sentido que no lograron atraer mi atención a causa de que no puedo dejar de pensar en Lee Minho siendo besado, tocado y gimiendo con otra persona que no sea yo.

Sí, después de hablar con Jisung creí estúpidamente que la mejor opción era dejar en libertad a Minho para evitar traer problemas a nuestras vidas, pero no puedo evitar sentir la necesidad de ir en busca del peligris para llevarlo a un lugar muy lejos en donde solo podrá ser mío y de nadie más porque es muy claro que no cualquier persona merece tenerlo en su vida.

La campana sonó y esto me ayudó a alejar mis perversos y turbios pensamientos para traer un poco de cordura a mi cabeza.

—¿A dónde irás? — me preguntó Seungmin tan pronto me puse de pie.

—Iré a asegurarme de que todo se encuentre en perfectas condiciones respecto al stand.

—Bien, ¡nos vemos mañana!

—Sí...

—Jinnie, ¿no volveremos juntos a casa?

—No— respondí —Nos veremos más tarde en casa, ¿de acuerdo?

—Está bien... De casualidad, ¿te encontrarás con tu persona especial?

—No quiero hablar de ello...

—A veces, siento que esa persona especial es alguien que conozco a la perfección, ¿sabes?

Había olvidado por completo que Felix es demasiado observador; la mayor parte del tiempo finge ser despistado para obtener información sin ser muy obvio y no hay duda de que siempre obtiene éxito, sin embargo, no quiero hablar sobre la verdad con él en estos momentos porque no tengo cabeza para ello.

—Ve a casa.

Felix sonrió abiertamente antes de marcharse.

Y sin pensarlo dos veces, fui en busca de cierta persona de cabello gris y de labios deliciosos que me vuelve más loco con cada segundo que transcurre.

｢ ♥️ ｣

—Lee Minho.

El peligris se giró hacia a mí.

—¿Qué quieres?

—Quiero hablar contigo...

—No puedo— me interrumpió.

—¿Por qué no?

—Tengo una cita y no quiero llegar tarde.

—Cancela tu cita. 

Minho se mostró sorprendido por unos instantes.

—¿Qué? ¿Por qué debería hacerlo?

—¿En verdad no lo sabes?

—No.

—Minho...

—Escucha Hyunjin, nosotros no tenemos nada más que encuentros casuales, ¿no es así?

—Sí, tienes razón...

—En ese caso, cada uno puede hacer lo que le plazca sin que el otro interfiera.

Quiero decirle que lo quiero solo para mí y para nada más, pero... ¿es lo ideal?

Ambos estamos metiéndonos en graves problemas al ir más allá de una rivalidad que debe perdurar hasta el final de los tiempos, pero sin poder evitarlo, volvemos a caer ante el deseo que sentimos cada vez que estamos juntos.

—Sí, tienes razón— dije antes de emprender mis pasos hacia las grandes puertas del edificio de ingeniería.