Haces arder el bosque

Vampiro/Lobo

Bueno, mucho podría ir mal para Bella.

Al día siguiente de la noche que pasaron juntas Bella y Rosalie, Bella llegó a la escuela y ahí fue donde el resto de la semana fue cuesta abajo.

Después de que Rosalie tuviera la amabilidad de dejarme en mi primera clase, Biología, fue cuando la vi.

Jessica Stanley, que por casualidad también estaba en mi clase, donde Bella tuvo que sentarse a su lado una vez más.

"Oh mira quién entró, la zorra de la escuela. No me sorprende. Dime, ¿cuánto cobras por noche?".

Bella no iba a morder el anzuelo. No lo iba a hacer.

"Rosalie es mi novia, Jessica. La conozco desde hace meses, no hay nada malo en que mi novia y yo intimemos, no es que sea de tu incumbencia."

Bella se sonrojó al decir íntima pero no iba a llorar como un bebé. No esta vez. Sí, puede que mintiera, pero Rosalie le sugirió que lo hiciera.

"¿Tu novia? ¿Por qué demonios iba a molestarse contigo? Eres aburrida. Tienes el pelo aburrido, apenas curvas. No eres nada." Jessica se burló.

Y ahí estaba, todo lo que a Bella le preocupaba desde que empezó esto... lo que fuera esto entre ella y Rose.

Todas sus inseguridades arrojadas a su cara.

Giró la cara para que Jessica no pudiera ver las lágrimas que se formaban en sus ojos.

*Viernes por la tarde*

Y el viernes encontró a Bella corriendo frenéticamente por la casa de los Swan como un pollo sin cabeza, estaba haciendo todo lo posible para tener la cena lista y el lugar en orden.

Su padre estaba en el salón viendo los resúmenes previos al partido, Billy y Jake aún no habían llegado ya que el partido empezaba a las 6.30, lo que le daba a Bella 10 minutos para tenerlo todo bajo control. Y así lo hizo.

Tal vez.

Sonó el timbre y Bella oyó a su padre levantarse para contestar,

"Hola chicos. Justo a tiempo, el partido estaba a punto de empezar y Bells está terminando de cenar."

Bella oyó como se dirigían a la cocina, nerviosa se limpió las manos en los vaqueros.

Hablando de ansiedad social.

"¡Bells, vaya! Has crecido mucho!" Dijo Jake, caminando hacia ella y dándole un enorme abrazo de oso. Olía a bosque y a menta, como si acabara de lavarse los dientes.

"¡Jake! ¡Tú también! Quiero decir que eres como, ¡enorme!". Afirmó Bella.

Y lo era. Era enorme, parecía un jugador de rugby. Hacía que Bella se sintiera como una niña a su lado.

"Quiero decir que sí, eso es lo que siempre dicen las chicas". Dijo Jake con una sonrisa burlona y ojos risueños.

Bella se sonrojó al darse cuenta de que lo que había dicho podía haber sido malinterpretado.

Billy rodó hacia delante en su silla de ruedas y le dio un puñetazo a Jake en el brazo.

"Esa no es forma de hablarle a una jovencita, Jake" dijo Billy frunciendo el ceño pero se veía que la broma le había hecho bastante gracia. "¿Cómo has estado, Bella? Forks te ha tratado bien ?

Y estaba a punto de contestar cuando Jake se quedó quieto y levantó la cabeza como si estuviera maquinando el aire.

"Bells, ¿también has invitado a alguien más a cenar?". Preguntó Jake tenso.