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Estaba cansada, ya llevaba más de dos horas tratando de salir de el busque, pero me pierdo más, solo se que tan lejos no estoy, o eso creía.
También desde hace como cinco minutos siento que me está siguiendo alguien...o algo, pero no sentía que fuera malo, si no como si me estuviera cuidando, pero de igual manera me asustaba, ya quería llegar a casa.
Escucho las ojas crujiendo atrás mío, volteo rápidamente tratando de saber quién me estaba siguendo o que era lo que quería.
—¿hay alguien ahí?, si eres una persona por favor ya sal, ya te vi, se que me estás siguiendo...—Dije con curiosidad, obviamente no estaba segura si alguien me estaba siguiendo o solamente estaba de paranoica, pero solo de esa manera lo sabría, claro, si es que me estaba siguendo alguien de verdad.
Sigo escuchando las ojas crujir haciendo que rápidamente de unos pasos hacia atrás tratando de alejarme de ese algo, alguien o quién sea que esté ahí.
—por favor ya sal, no te denunciaré por acosador si es a lo que temes.—escucho crujir las ojas atrás mío y volteo asustada sin encontrar nada.
—no deberías de estar sola en el bosque tan tarde, niña.—volteo a ver desde donde se escucha la voz y me sorprendo al ver a un hombre, no tan mayor, guapo y sin camisa delante mío, pero no cualquier hombre, si no a Paul, lo había visto varias veces cuando iba a la fogata con mi hermana bella, pero siempre tenía la cara de enojado y nunca me hablaba.
—pensé que no saldrías nunca, ya me estaba empezando a dar miedo tu presencia.—al terminar la frase, Paul suelta una carcajada sin gracia, después da unos pasos más quedando enfrente mío.
—veo que estás perdida, puedo llevarte de nuevo hacia la carretera si es lo que quieres, o llevarte a tu casa.
¿Por qué me está ayudando?
¿No le caía mal?
Bien podría dejar que me quedé sola aquí y muera de hambre y de cansancio, o simplemente que me coma algún lobo o cualquier otro animal salvaje.
Lo miro a los ojos buscando algún tipo de mala intención en su mirada, al no encontrar ninguna, sigo mirando los ojos de Paul y sin alguna otra opción acepto que me lleve a mi casa.
Después de estar un rato caminando en silencio miro a Paul observando un poco más su belleza.
Sin darme cuenta piso mal una piedra haciéndome doblar el pie y casi caer, digo casi, porque Paul me agarra de la mano evitando que me caiga.
—niña, aprende a ver por dónde caminas.—dice regañándome mientras se frota la cien.
Pero que enojon es, pero que guapo, si de alguna manera me pidiera un beso, con gusto se lo doy.
—perdon, estaba distraída.
—si, distraída viéndome, y dices que el acosador soy yo.—dice mientras suelta un bufido algo molesto.
—lo mío es poco comparado con lo tuyo.—digo indignada mientras me cruzaba de brazos.
—un gracias mínimo, ¿no?.
—gracias por acosarme y ayudarme.—sonrió burlona mientras lo miro y el solo gira los ojos y me mira mal.
—¿Que no te basta con un gracias?, si no entonces, ¿Que es lo que quieres?—paul deja de caminar y yo lo regreso a ver confundida, se acerca a mi quedando enfrente mío.
—¿Que haces?
—quiero un beso.—lo miro sorprendida con los ojos como platos y carraspeo nerviosa. Creo que ahora predije el futuro.
—¿ahora?, ¿En donde?—pregunto rápidamente sintiendo como pone sus manos en mi cintura.
—si, ahora, en donde me lo quieras dar.—me acerco nerviosamente hacia su cara armandome de valor para lo que iba a hacer, no lo niego, claramente se lo iba a dar en la boca, yo quería, el me había dicho que donde yo quiera y le haré caso.
Agarro sus mejillas y corto la distancia dando un beso suave, sintiendo como aprieta el agarre en mi cintura y pone su otra mano en mi cabello presionandome a el y empujarme contra un árbol y seguirme besando.
Para mí mala suerte, alguien carraspea intencionalmente haciendome empujar a Paul lejos de mi y mirar hacia esa dirección de dónde venía el carraspeo.
—todos están muy preocupados, sobre todo tu hermana bella.—me dice embry, otro de los chicos que siempre estaba en la fogata junto con Paul, a diferencia es que el si me hablaba y podría decir que somos amigos.
Muevo la cabeza asintiendo, muy avergonzada mientras que íbamos de camino a mi casa.
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