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Jasper toma asiento al lado mío sin regresarme a ver, lo miro de reojo frunciendo el ceño y me acomodo en mi asiento incómoda mientras prestaba atención a la clase que ya había empezado.
Siempre me preguntó, ¿Por qué Jasper siempre tiene cara de espantando?, a veces trato de aguantar la risa lo más que puedo al ver sus ojos demasiado abiertos mientras está quieto como una piedra, a veces era tan raro, no estoy segura si conozco bien su voz, no lo he oído hablar más de lo debido, bueno, no es como si me importe mucho, o...¿si?
¿Quién soy yo para juzgar?
Lo regreso a ver y tomo el valor para hablar.
—jasper, ¿no?—digo mientras lo regresaba a ver a los ojos curiosamente, por su llamativo color amarillos, el quita la mirada el pizarrón y me mira mientras asiente con la cabeza, carraspeo nerviosa y doy una sonrisa cerrada sin saber que decir, haciendo el ambiente incómodo.
—¿Te gusta historia?, porque a mí no, a veces me aburro y me da sueño cada que el maestro habla, se tarda mucho en explicar algo, al final entiendo menos, por eso mi materia favorita es el almuerzo, nada de escuchar maestros y solo comer, más si son hamburguesas o pasta fría, me gusta mucho, ¿A ti que comida te gusta?—digo tomando pequeñas pausas para hablar, miro a Jasper con duda de su respuesta.
—¿Siempre hablas mucho?—dice mientras me mira con molestia, bajo la mirada apenada y con las mejillas rojas.
—es una broma.—dice sonríendo burlón, yo solo suelto una risa apenada.
—¿Siempre eres tan mal bromista?—digo con burla devolviendosela, el niega con la cabeza mientras ríe.
—depende de la persona.
—entiendo.—corre aire afuera que entra por la ventana haciéndome revolver mi cabello, cierro la ventana disgustada y acomodo mi pelo mientras regreso a ver al lugar donde estaba Jasper, pero me encuentro con su lugar vacío, miro hacia la entrada de el aula y lo veo a el saliendo apresurado mientras tenía nuevamente su cara de espantado, como siempre, suspiro confundida mientras pensaba.
No me equivocaba al decir que era raro.
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