Capítulo 8: Fábrica de Juguetes.

24 20 0
                                    

El año 2021 no fue recordado en la memoria colectiva del mundo entero por el retorno de Onun a Boston, tampoco por el secuestro del Martin en pleno Océano Índico, si no por lo que pasó en la ciudad de Worcester en el estado de Massachusetts, en la 600 de la calle Main, justo en la cima del edificio de apartamentos Shuder, conformado por veinticuatro niveles, y afuera de su planta baja los bomberos alejando a la multitud curiosa. En lo más alto de la edificación, un helicóptero se alejó bajo órdenes de las autoridades competentes, pero un dron se negaba a irse, y grababa el momento en que una chica de catorce años de edad en las orillas de la azotea de la torre dejó caer su teléfono como preludio de lo que haría. Detrás de si provino un rayo de calor rojizo que impactó en el dron haciéndolo explotar en los aires. Cuando la chica volteó lo vio, de traje verde cromado y capa dorada ondeante, a Onun justo en frente de ella.

-He pedido a los bomberos que aparten a las personas, y ordenen a los medios retirarse, parece que el único que no quería colaborar era ese dron, pero ahora estamos solos tú y yo. Tu nombre es Heather ¿no? - dijo Onun dando un paso hacia atrás, para que la adolescente no se sintiera igual de presionada con el público de abajo y la ciudad que la observaba.

-No me importa que sepas como me llamo, vete, no quería nada de esto, lo único que deseaba era irme - dijo Heather con incontrolables lágrimas decorando sus mejillas, con la impotencia por no estar sola como deseaba.

-Ya eso no importa, solo estoy aquí para hablar- dijo Onun dando otro paso hacia atrás, queriendo ser el oyente de las palabras que Heather tenía que decir y que nadie se había tomado la molestia en hacer una pausa para comprender la fuerza de su mensaje.

-No deseaba causar un escándalo, ni hoy, ni el día de ayer, ni nunca, pero esas personas siempre están ahí, las que juzgan tu caminar, hasta tu forma de respirar, de donde vengas, y lo mínimo que hagas, para encontrar la forma de hacerte sentir menos. Los demás piensan comprenderlo, los padres y los psicólogos creen tener todas las malditas respuestas, pero no están en lo correcto, porque no tienen ni idea de lo que es estar entre la espada y la pared- dijo Heather secando sus lágrimas con el brazo derecho, y el puño cerrado, intentando parecer fuerte por última vez ante la imponente figura con la que no sabía si tenía la fortuna o la desgracia de compartir presencia.

-Te entiendo, en serio lo hago, y no lo digo por intentar ser condescendiente, no es esa la razón por la que vine. Soy alguien que se apareció armando un verdadero desastre, y se fue sin rendir cuentas a nadie, pero que regresó, aun sabiendo que no sería recibido con los brazos abiertos, pero nada de eso importa si cumplo con mi deber día a día- dijo Onun no solo retrocediendo un paso más hacia atrás, sino recordando lo que hizo desde su ida hasta su retorno.

-No deberías estar aquí conmigo, docenas de robos deben estar sucediendo mientras hablamos, barcos como el que rescataste hace poco de seguro están siendo secuestrados y esperan tu rescate, y tú te encuentras aquí perdiendo el tiempo- dijo Heather confundida porque un ser con fuerza sobrehumana y poderes casi divinos, se tomó la molestia de ir a verla.

-Yo no pienso lo mismo que tú de ti, tienes razón en algo, podría estar surcando las nubes y sintiendo el viento acariciar mi rostro, pero ya hice mi elección, como tú hiciste la tuya al elegir ponerte a un paso del vacío. Sé que hay una parte que te dice que no lo hagas, puedes ser un símbolo de inspiración para los que están atrapados como tú, mucho más fuerte de lo que yo podría ser- dijo Onun dando de nuevo un paso cada vez más lejos de Heather, sin haber adornado nada de lo que dijo, eran palabras provenientes de la más pura de las verdades.

- ¿Por qué sigues alejándote cada vez que hablas? Podría saltar ahora mismo y en un segundo me salvarías- preguntó Heather notando que lo dicho por Onun no concordaba con las reacciones físicas que este hacia relucir sin problemas.

El Hombre del CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora