Capítulo 3: Rum Pum.

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No importa cuántas ventiscas, tifones y maremotos azoten el globo terrestre, no basta con que unos pocos comprendan que cada acción por más mínima que pueda parecer tiene un sinfín de consecuencias catastróficas e inimaginables. Los seres pensantes tienen que entender que incluso tirar la coletilla de un cigarrillo desde la ventana de un auto a la carretera, tiene repercusiones, y la Tierra se retuerce hasta sus cimientos por esa simple y llana razón. Todos recuerdan el año 2023 por un acontecimiento ocurrido en América del Sur, en la Provincia de Salta del Departamento de Metan en las profundidades de las sierras y colinas de la ciudad argentina de San José de Metan, donde un terremoto provocó el colapso de una mina y el bloqueo de su entrada por los escombros, encerrando a treinta de los trabajadores que se encontraban en labores en ese momento.

Si los escombros de la entrada eran removidos, la mina hubiese colapsado y aplastado a todo el personal que allí se encontraba, y por eso el mundo estuvo al pendiente como con el rescate de los mineros de Chile que se produjo hace ya más de dos décadas. La Corporación Moliere era la encargada de realizar operaciones en dicha mina, y estaba en la elaboración de hasta tres planes de contingencia para sacar a sus trabajadores del aprieto en el que se habían metido, por estar en el momento y lugar equivocado. Jamás creyeron contar con un cuarto plan de acción, que se hizo presente como el zumbido de una aeronave, y atravesó los escombros que bloqueaban la entrada como si se tratara de una pared de yeso, sosteniendo con sus manos el colapso inminente.

- ¡Salgan ahora! - exclamo Onun apresuradamente en perfecto español sin saber cuánto aguantarían sus brazos antes de dejar que el techo de toneladas de roca llenara toda parte hueca mientras los trabajadores corrían hacia la salida.

La fuerza de la gravedad lo hizo clavar su rodilla en tierra casi enterrándose vivo junto a esos hombres que escapaban de un terrorífico desenlace, pero no importaba cuanta fuerza era capaz de soportar, no podía dejar que eso pasara, no podía rendirse. Gritando como si le estuviesen atravesando lentamente el pecho, Onun se levantó con los brazos rectos, siguiendo en esa posición, sintiendo como las gotas de sudor por el ambiente ardiente recorrían su frente, hasta que el último de los trabajadores estuvo fuera, y disparado como un rayo, salió en una nube de polvo antes de que fuera aplastado por la montaña. Intento levantarse, pero no podía, sus fuerzas se habían quedado en las entrañas de la tierra, y fue una de las personas que salvó quien ofreció su mano para que se pusiera de pie ante sus espectadores.

-Gracias- dijo Onun realmente agradecido con un sincero apretón de manos a quien lo había ayudado a levantarse.

-A vos- dice el minero consternado por el hecho de tan solo estar apretando la mano del considerado campeón mundial.

Entre los flashes de cámaras de fotógrafos capturando este momento para la posteridad, Onun parte en vuelo con un pensamiento: Durante estos tres años que ha residido en la Tierra, los humanos lo han considerado por encima de ellos mismos, y esta era la primera vez que alguien se acercó en su ayuda, viendo que no es muy diferente a lo que conocen, que como todo ser viviente puede ser puesto contra las cuerdas de la vida, porque para aprender a levantarse, tiene que caer.

11 de diciembre de 2025.

Un día después de que Onun destruyera el vuelo 269, siendo responsable del asesinato de todos los pasajeros que iban a bordo de dicho avión, la presidenta de los Estados Unidos, Cintia McTaggarth, se hizo presente en el aeropuerto del condado de New Kent en el estado de Virginia, lugar en el que éste vuelo estaba asignado a aterrizar sano y salvo. Reporteros y grandes personalidades se presentaron para escuchar lo que la mujer más poderosa de la nación tenia para decir.

-Hoy no es el día en que deba leer un discurso escrito en papel por otra persona, lo que necesitamos es palabras guturales y viscerales, y eso es lo que les daré. Ayer teníamos la intención de rememorar un acontecimiento que marcó la historia, sin saber que quienes creíamos que estuvo de nuestro lado todo este tiempo fue el responsable de recordarnos como luce la desconfianza, con la vida de docenas de inocentes que terminaron de forma tan desastrosa. No solo América fue atacada una vez más, también el mundo entero, pero como siempre hacemos, nos uniremos en la adversidad, y estoy segura de que encontraremos al responsable de traer la guerra en tiempos de paz y seguridad, para que pueda pagar por las familias que ha dejado en dolor debido a su salvaje forma de actuar con los que lo admiraban- dijo la presidenta McTaggarth dejando a todo el mundo patas arriba por la fuerza de cada palabra que pudo pronunciar.

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