Hace unos días me preguntaba como sería besar a Papu, o si siquiera había tenido experiencias ya, y justo ahora después de aquel beso que nos dimos, esas preguntas no salen de mi mente.
Todavía siento la sensación de sus labios sobre los míos, y sus fuertes manos en mis caderas. Sentí un escalofrío al recordarlo.
Papu no había sido mi primer beso, pero sin duda fue el primero que realmente significó algo para mi, que me gustó y quisiera repetirlo.
Esa noche nos quedamos a dormir en casa de Army, como era de esperarse. Papu me abrazó y me dio mimos para que pudiera conciliar el sueño, me sentía derretí ahí.
Era tan suave y tan delicado con cada toque, sentía que verdaderamente lo hacía con amor, y eso solo lograba hacer que yo me sintiera como un niño pequeño, y era algo totalmente nuevo para mi, no sabía cómo reaccionar, pero tampoco quería pararlo.
Me aferré a él como ya era mi costumbre y dormimos abrazados en el sillón de la sala. Al despertar, por la posición en la que nos encontrábamos claro que recibimos burlas y comentarios por parte de nuestros amigos.
"Les dijimos que se veían bonitos juntos". Bueno, ya callense bola de retrasados.
Papu me acompañó a mi casa, no quería despegarme de él, y parecía que el tampoco, pero tenía que entrar a casa, o mi madre me asesinaria.
Cuando entré no había nadie, no me sorprendió porque algunas veces mi mamá ni si quiera la veía por una semana entera.
Subí a mi habitación y me tumbe en mi cama. Todavía tenía un desastre en esta, pienso que tal vez debería ordenarla, pero yo solo me da algo de pereza y aburrimiento.
Aún así, me coloqué música en la bocina de mi madre y me dispuse a ordenar un poco. Encontré varias cosas que creí perdidas, también algunos recuerdos fueron desbloqueados al encontrar juguetes, o dibujos de mi niñez.
Todavía no terminaba, pero definitivamente ya no era un desastre como antes. Escuché la oferta de abajo ser azotada y temblé, bajé el volumen de la bocina y empareje mi puerta.
Escuché pasos subir, tenía miedo. De manera lenta abrió la puerta.
- Hola -Dijo mi madre.
- Hola -Quería decir algo más, tal vez preguntarle como estaba o lo que sea, pero todo era mejor que el silencio incómodo que comenzaba a formarse.
Y honestamente me sorprendí, esperaba que estuviera ebria, o algo así, yo qué sé.
- ¿Cómo estás, hijo? -Esta siendo muy amable, ¿debo preocuparme?
- Bien, gracias... ¿y... y tú? - No sabía si seguirme la conversación, no quisiera decir algo y arruinar el momento.
- Igual... ¿Quieres Kentucky? -La miré con una ceja alzada, ¿qué? - o si quieres podemos pedir McDonals.
Sentía algo en mi pecho, era una sensación extraña, no era como la que Luis me provoca, o como el miedo que siento cuando mi madre está enojada... es diferente, jamás la había sentido.
- Uhm... si, claro -Me volteé un momento para poner pausa a la música que seguía prendida, y dejé la playera que estaba por doblar en la cama y baje con ella.
La tarde fue agradable, descubrí que mi madre tenía un buen sentido del humor realmente.
Todo esto me desconcertó, ¿por qué de pronto es buena conmigo?, ¿Esta tramando algo acaso?. Y como hago con todo, traté de no darle muchas vueltas al tema y disfrutar el momento.
Comimos Kentucky y vimos una película, al principio fue extraño para ambos, pero después fuimos agarrando confianza poco a poco.
Esto parecía un sueño, varias veces me encontré pellizacandome a mi mismo para asegurarme de que esto fuera real, y efectivamente, lo era.

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Gracias - PapuFresco
FanfictionLuis, mejor conocido como Papu Lince, se unió al grupo de drogadictos e inestables de Miguel junto a su amigo. A Miguel no pareció agradarle mucho la idea, pero todos los demás lo aceptaron bien. Tendrá que aprender a vivir con el grasoso durante un...