IV. Unión

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En un mundo gobernado por simios, la humanidad se encuentra en peligro de extinción. ¿Podremos encontrar una manera de sobrevivir?

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Se había decidido. Estaba guiándolos hacia los simios. O eso pensaba. El mapa no era muy fácil de estudiar. O si lo era ella necesitaba tiempo para seguirlo. Si tan solo tuviera a su equipo, a su madre podrían haber llegado mucho antes. O si tan solo ella se hubiera enfocado un poco en los estudios cuando su madre le enseñaba. Pero no, siempre había sido del esfuerzo físico más que del mental.

"¿Seguro que es por aquí?"

No sé estrañaba de que Noa preguntara. Llevaban mucho tiempo cabalgando y ya casi se hacía de noche de nuevo. Ella misma dudaba pero un edificio le llamó la atención.

Aquel edificio estaba en el mapa. Y sabía cual era. Su madre le había hablado de él cuando ambas miraban las estrellas de noche. En su asentamiento también pueden ver el cielo con telescopios pero aquel lugar superaba por creces su asentamiento.

Se dirigió hacia el con paso acelerado y los dos simios la siguieron de cerca.

Raka se sentó en seguida cuando encontró un lugar cómodo.

Mae siguió adelante buscando el objeto. Sin darse cuenta de que Noa le seguía de cerca.

Aquel objeto tan preciado y maravilloso que durante años había ayudado a los humanos a ver más allá de este planeta.

Colocó su ojo justo para ver el cielo estrellado oscuro pero iluminador. Su rostro se iluminó de alegría, un sentimiento de pertenencia, de esperanza hacia el futuro afloró en su corazón.

"¿Echo?"

Levantó la mirada viendo a Noa. Su mirada entonces se encontró con la de él. La miraba confundido.

Su mirada intentaba cavar dentro del alma de Mae, buscando algo en su interior, ni ella misma lo sabía. Pero no podía apartar la mirada de la de él.

Vio como Noa movía la mano hacia su pecho donde de él colgaba el collar de Raka.

Mae no quiso pensar en que pensamientos tenía Noa ahora mismo en su cabeza, no quería. Porque los pensamientos en su misma cabeza se dirigían al cielo. Su mirada volvió al telescopio.

Noa se acercó lentamente quedando detrás de ella, observándola.

"Es mejor que descanséis, mañana será un día duro."

Raka los sacó de su universo. En el que Mae miraba esperanzada el cielo pensando en el futuro de los humanos. Y Noa la miraba esperanzado, agarrando su collar pensando en un futuro en el que los dos pudieran ser amigos.

A la mañana siguiente Noa de nuevo discutía con Raka.

"Es demasiado lenta, no podemos llevarla. Los humanos son muy débiles."

"Irá contigo, en tu caballo."

Noa la observó y suspiró dirigiéndose a su caballo.

Mae no le hizo esperar, se subió delante de él sin necesitar su ayuda.

Raka siempre intentaba unirlos. El camino de ayer lo había hecho con él, y estaba cómoda con Raka. Pero sabía que intentaba que Noa y ella fueran algo más. Por lo que siempre intentaba que ambos hicieran cosas juntos y siempre terminaba en Noa rechistando o en Mae alejándose.

Llevaban un rato cabalgando, cuando Mae agarró el brazo de Noa haciendo que este la mirara.

Ella miraba hacia el río, él siguió su mirada.

Allí habían humanos.

Se bajó del caballo y corrió hacia ellos.

Había visto a gente infectada por el virus antes pero ver a tantos juntos, sin una chispa de conocimiento en su cabeza.

Mae se paralizó. Recordó una vez más su misión, esto lo hacía por ellos, por la humanidad y por la supervivencia de los suyos.

"Es mejor que Nova Echo se quede con los suyos."

Escuchó a Noa de fondo.

"Y que te quedes con ellos, es tu vida estar con echos."

No llego a procesar lo que decía Noa hasta que lo vio subido en su caballo y parecía despedirse de Raka.

No pudo detenerlo, ya estaba muy lejos. Raka se acercó a ella.

"Él irá a salvar a los suyos."

Esa idea no le gustaba nada.

Se giro bruscamente hacia el ruido de caballos. Conocía perfectamente aquel sonido.

Los humanos corrieron en dirección contraria. Ellos también lo conocían.

"Recordad que solo buscamos a una."

Escuchó decir a uno de ellos. Y sus piernas se movieron solas. Comenzó a correr en la dirección que todos.

Sus oídos dejaron de escuchar a los caballos o los pájaros, su atención estaba en su respiración y los latidos de su corazón. De nuevo se encontraba en aquella situación, ahora sola.

Llegaron a un campo abierto, estaba cubierto por arbustos que los humanos usaron para esconderse, y ella también.

Se agachó escondiéndose. De nuevo escondiéndose de ellos. Esta vez sola. Se repetía una y otra vez que estaba sola.

Un rayo de sol le molestó a la vista haciendo que levantará la cabeza y allí lo vio. Noa no se había ido, estaba buscándola. No la había abandonado.

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🚦 Historia de mi invención basada en el Reino del Planeta de los Simios que se encuentra en la obra de el Planeta de los Simios de Pierre Boulle y adaptada por Fox. ¡NO se permite su copia y/o adaptación!

‼️⛔ La historia trata temas profundos y sentimentales entre especies distintas. Conforme pasa la historia también temas más adultos. ¡No lo leas si no buscas este tipo de relación!

ℹ️ Llevo demasiado tiempo sin escribir y puede ser que esté oxidada. Antes no escribía perfecto y ahora menos, así que os pido paciencia.
Y si tienen críticas que sean constructivas o desde el cariño, por favor.

Tú, yo, nosotros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora