Dos hombres estaban abrazados en medio de la gran habitación que compartían juntos, poco a poco la calentura subió por el cuerpo de ambos, cayó la noche y el viento que entraba por la ventana abierta cerró de un fuerte golpe la puerta de la habitación. Con una sonrisa pícara en sus labios, Juan beso a Spreen: no como un beso normal, si no uno que te deja con ganas de más, con el deseo y necesidad de seguir. Después se separó y se levantó para cerrar la puerta con seguro.
Spreen sonrió y se sentó en la cama, el castaño se sentó sobre el cara a cara y empezó a besarlo, un beso necesitado donde sus lenguas jugaban a quien sería la dominante, donde sus labios eran mordisqueados y el sonido de sus salivas combinadas les dejaba con más ganas.
Spreen empezó a bajar por el cuello de Juan, al toparse con su camisa se la sacó con rapidez y este solo se dejaba llevar por las fuertes manos que lo tocaban. El pelinegro empezó a jugar con los pezones del chico, moviéndolos haciendo que soltara quejidos con una gran sonrisa en su rostro y los cachetes rojos. Sus manos siguieron el recorrido por sus caderas y bajaron hasta su trasero, no podía tocarlo muy bien ya que estaba sentado sobre el, aún así, metió su mano por debajo de la pijama de Juan tocando sus glúteos sobre la tela del bóxer.
Suspiros y quejidos empezaban a sonar cada vez más y más fuerte, el más alto se sacó la camisa y empezaba a bajar el pantalón del contrario. El calor inundaba sus cuerpos y las prendas cada vez eran menos hasta que ambos quedaron sin ropa besándose encima de la cama.
Esa noche pasaron juntos unas cuantas rondas. Es lo que hacían cada que algo no iba bien en su relación, claramente no era sano y ellos lo sabían muy bien, pero simplemente no podían alejarse del otro, tal vez era una dependencia o algo así, es que ninguno se imaginaba una vida sin el otro.
Esa noche, después de mucho tiempo durmieron abrazados y acurrucados, como cuando eran tan solo novios. Era lindo recordar eso: los celos no eran tan intensos, las peleas eran poco frecuentes y se arreglaban rápido, el tiempo juntos era casi siempre, las palabras bonitas jamás faltaban. Eran muy felices. Sin embargo desde su casamiento todo cambio, empezó bien pero el vivir juntos chocaba con sus personalidades distintas, las peleas se hicieron más recurrentes hasta que pensaron que un hijo arreglaría las cosas, claramente tuvieron una pelea por el sexo de aquel bebé, aún así se decidieron por una hermosa niña, el nombre no fue complicado: Amelia. A ambos les encantaba el nombre y lo habían decidido años atrás. Al tenerla en casa las peleas ya no eran a gritos e insultos, ahora era con miradas frías y silencio, la ley del hielo era lo que más aplicaban. Tal vez no lo sabían pero su hija notaba esto, era triste ¿Por qué sus padres no se amaban?...
¿Acaso era su culpa?..
ESTÁS LEYENDO
🧺ㅤ࣮ ֹ 𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲'𝐬 𝐧𝐨𝐭 𝒽ℯ𝓇ℯ. ⭒ ⠀݃⠀ ¡
Фанфик୨୧ ----------- ✩ : #spreenyjuan #spruanpadres - Una hermosa relación que comenzó con un amor gigante termina en un gran problema entre Juan y Spreen, las cosas no hacen más que empeorar así que por el bien de ambos deciden tomar la decisió...