Capítulo 7, Errores

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El calor llenaba su cuerpo, los gemidos inundaban la habitación mientras era penetrado bruscamente por ese robusto hombre de grandes brazos — Gime para mi, perra

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El calor llenaba su cuerpo, los gemidos inundaban la habitación mientras era penetrado bruscamente por ese robusto hombre de grandes brazos — Gime para mi, perra.— hablaba entre quejidos el mayor de los dos. El castaño acató la orden y los sonidos de placer eran cada vez más fuerte, estaba en su clímax.

Se besaron apasionadamente y Juan pudo sentir ese líquido caliente llenar su interior, esto fue suficiente para hacer al chico correrse también. Se quedaron un tiempo tomando aire aún dentro y luego el mayor salió lentamente para que no haya tanto dolor. Ambos se acostaron en la cama mirando el techo agotados — Dios.. — recuperaba aire lentamente y hablaba entrecortado por esto — ¿por qué no hicimos esto antes?

— ¿tal vez porque tengo esposo? — bufó, si Spreen podía hacerlo con alguien más el también.

— Ah, si — rodó los ojos

— tú eres mucho mejor que el — lo abrazó y posó su mano en los grandes pectorales del pelimarrón, cosa que lo hizo sacar una sonrisa arrogante.

— Ya lo sabía. — Juan río levemente.

Entonces empezó a sonar un teléfono —Es el mío — se levantó y tomó su celular mientras Juan escuchaba.

"¿Rebon?" Se escuchó al otro lado de la línea — Dime, amor

"¿Por qué no llegaste anoche?"

— Es que tuve problemas con una misión, te juro que llegaré pronto

"Bien.. te am-" y le colgó la llamada antes de dejarlo terminar.

— ¿Era Auron? — Juan se levantó para empezar a ponerse su ropa

—si, me tengo que ir, lo siento. —se ponía su ropa rápidamente.

— Está bien — se termino de vestir — igualmente yo tengo que ir a casa, seguro Spreen ya fue a trabajar — Rebon terminó de vestirse igualmente y le dio un «pico» a Juan — Nos veremos luego ¿no?

Juan le sonrió — Claro que si. — ambos salieron de esa habitación en la cabaña de Rebon y se despidieron.

                                          [...]

Juan abrió la puerta de su casa y unas risas lo sorprendieron al entrar. Fue directo hacia donde venía el ruido: la cocina.
Se sorprendió al ver a su esposo y a su hija riendo y jugando mientras comían panqueques. Al notar su presencia la niña corrió hacia el —¡Papi!, ¡Te extrañe!! — Juan solo abrazo a su hija algo confundido y vió como Spreen se acercaba y lo besaba, pero con una mirada fría. 

Amelia estaba muy feliz al ver a sus padres darse un beso, se amaban ¿no es así?

Spreen abrazo a Juan y le susurró algo en el oído —Hablaremos esta noche. Hablar. — lo recalcó, no quería que su hija escuchara nuevas peleas, tenía que arreglar su relación con Juan, tenía que hacerlo por su hija, tal vez no amaba a Juan pero si a Amelia y necesitaba recuperar la seguridad de la pequeña.

Juan suspiro y asintió, ambos pasaron toda la tarde con Amelia simulando estar bien, fue el día más feliz de la niña.

  🧺ㅤ࣮       ֹ  𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲'𝐬 𝐧𝐨𝐭 𝒽ℯ𝓇ℯ.     ⭒  ⠀݃⠀ ¡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora