Dazai y Chuuya comparten un vínculo más allá de lo que los ojos pueden ver.
Akutagawa y Atsushi, aparentes rivales, también esconden un secreto.
¿Cuál es?
Dazai y Chuuya, están casados desde hace tiempo. Su amor es tan intenso como su odio, y su re...
Si todo fue planeado, si nuestros encuentros no fueron casualidades, si todo lo vivido fue mentira, si el amor que pronunciamos no existe, y solo nos confundimos. ¿Fue un error? ¿Fue correcto? Las estrellas susurran secretos, y el viento lleva nuestras historias, mientras navegamos por mares inciertos.
El amor, un enigma en la penumbra, se oculta tras miradas y silencios. ¿Es real o solo un sueño fugaz? Quizás solo nos confundimos.
Él aceptó, como un náufrago en la tormenta, buscando refugio en un puerto seguro. Nos unen, sí, pero también nos separan, como las olas que besan la orilla y se retiran.
¿Y el sufrimiento? ¿Por qué sufrimos? Tal vez para aprender a amar más profundamente, a valorar los momentos de luz en la oscuridad, aunque el camino esté lleno de espinas.
En cada vida, en cada ciclo, te amaría, sin dudarlo, sin medida. Nuestros corazones, como estrellas errantes, guiándonos hacia la eternidad.
Quizás el destino es un enigma, y el amor, un misterio. Pero mientras yo sigo a tu lado no me importa nada más, ni siquiera si el mundo se destruye por estar contigo.
¿Daria mi vida por ti? Sí.
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—Y bien, hablemos del plan para acabar con esto. -dijo mori esperando respuesta de parte de dazai
— Te escucho, Dazai.
Dazai se acercó al tablero de ajedrez que tenía Mori en su escritorio. La madera pulida estaba marcada por años de partidas estratégicas. Las piezas, talladas con precisión, representaban algo más que simples figuras en un juego. Eran símbolos de poder, de lealtad y de traición.
— Como sabemos, Fyodor es alguien capaz de influir en las personas, incluso si los otros no quieren. ¿Cómo enfrentamos a alguien que puede doblegar la voluntad de los demás sin que lo sepan? — Dazai sonrió, tomó el caballo de ajedrez y lo movió a D7. El sonido suave de la pieza deslizándose sobre el tablero llenó la habitación. Mori observó con una expresión impasible, pero sus ojos revelaban la tensión que sentía.
— ¿Así que ese es tu plan? —Preguntó Mori, su voz baja y calculada.
Dazai no apartó la mirada del tablero. Sus dedos acariciaron la superficie de la madera, como si pudiera extraer respuestas de sus vetas.
— Por ahora, solo podemos hacer eso. Atacar sería una desventaja y lo sabes. Fyodor es un maestro de las manipulaciones sutiles. Cualquier movimiento en falso podría ser nuestra perdición.
Mori suspiró y se apoyó en el escritorio. La luz de la lámpara de escritorio resaltaba la mirada en su rostro. Era un hombre que había visto demasiado, que había luchado en las sombras durante décadas.
— Estaremos listos. Tendré una reunión con el presidente de la agencia. Necesitamos más información. No podemos permitirnos errores.
Dazai sonrió, pero no había alegría en su expresión. Era la sonrisa de alguien que conocía el precio de la victoria.
