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Juliette estaba sentada esperando a que el chico saliera de la escuela. Estaba nerviosa, no sabía cómo sentirse al respecto con el rubio.
Creó una lista de pros y contras en su cabeza mientras esperaba a que él saliera.
Contras:
Era grosero.
Humillaba a quien se le cruzara.
Le dijo explicitamente que se alejara de ella.
La ignoró desde que entró a la escuela.
Arruinó la fiesta.
No le dio el girasol.
Pros
Era malditamente atractivo.
Inteligente.
Talentoso.
Tenia linda sonrisa.
Y sus ojos la ponían de rodillas fácilmente.
Demonios, hay mas contras. pensó.
Se distrajo de sus pensamientos cuando escuchó como la puerta a su lado se cerró con fuerza. Se le secó la garganta cuando vio a James caminando con el saco del uniforme en la mano y la mangas de su camisa arremangadas en los codos.
Se golpeó mentalmente a sí misma y se levantó del asiento.
-Julian. - El rubio la saludo al verla caminar hacia él.
-Jason, hola. - Le respondió. James giró los ojos, pero la miró con diversión. -Ammm. - Se detuvo unos segundos y el chico hizo lo mismo.
La miró balancearse sobre sus pies y se encontró detallandola de arriba a abajo.
Tenía la camisa y la falda del uniforme, pero como siempre, llevaba un cardigan; era rosa pastel y tenía varios parches más oscuros. No tenía zapatos formales, llevaba unos converse del mismo color del cardigan. Tenia el cabello suelto lo que la hacia ver un poco mas salvaje de lo que sabia que era. Sus ojos se veian mas claros, lucia mas animada que en la mañana. Pero lo que mas le gustaba de la chica, eran sus pecas. Jamás le habian gustado, pero en ella parecian millones de estrellas salpicando su hermoso rostro.
¿Que carajos estoy pensando? se regañó y se dio cuenta de que la chica le estaba hablando.
-¿no escuchaste lo que te dije ¿verdad? - Juliette suspiró cuando notó que tenía la mirada perdida. El chico la miró con confusión. No recordaba haberla oído hablar.
-Mmm no. - le dijo con una sonrisa fingiendo desinterés. Le causó gracia como la chica miró hacia el cielo y le susurró algo que no pudo oír.
-Te preguntaba si podrías ayudarnos con el vestido. Es que ninguno tiene posesión de vestidos victorianos. - Intentó ser lo más clara posible, se dio cuenta que su vómito verbal anterior fue brutalmente ignorado.
