Capítulo 17

14 3 2
                                    

Rasque mi cabeza bastante confundida, mire el problema de matemáticas y solo solté un largo suspiro, no puedo creer que el profesor me mandará una tarea diferente a la de Jaziel, ese hombre sabía perfectamente que solo iba a copiar y bueno, no lo ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Rasque mi cabeza bastante confundida, mire el problema de matemáticas y solo solté un largo suspiro, no puedo creer que el profesor me mandará una tarea diferente a la de Jaziel, ese hombre sabía perfectamente que solo iba a copiar y bueno, no lo culpo me conoce desde primer año, debí aceptar la ayuda de Jaziel cuando me lo propuso pero, no quería que siguiera dejando sus actividades por ayudarme, además dijo que sería rápido que solo iría a comprar algo con Lira y después volvería para ayudarme, pensé en pedirle ayuda a Bobbie es en verdad listo pero ese hombre es pésimo explicando, además no tenía ganas de escucharlo decirme tonta, solte un suspiro y dejé la tarea a un lado, creo que voy fingir migraña y le dire a Jaziel que haga la tarea por mi.
Escuché un sonido proveniente de la ventana y gire un tanto confundida, no creía que fuese Jaziel pues no cruza desde la prohibición de su padre, además podría entrar fácilmente a mi casa, me levanté algo temerosa y abrí la cortina para ahora sentirme algo confundida, abrí la ventana para observar a Caleb con un ramo de peonía, note como me sonrió un tanto tímido.

—Hola—dijo por fin ante mi silencio, yo solo le miré aún teniendo algo de confusión, no pude evitar reír para negar.

—Hola... Ah, Caleb, ¿que estás haciendo?

—Un hombre alto y feroz no me dejaba entrar y bueno, tuve que improvisar, recordé que tú ventana es la que está cerca del árbol.

—Si, ese es Bobbie.

—¿El que me investigo?—pregunte y yo asenti en respuesta—Ahora entiendo cómo es que sabe mi nombre.

—Si, no le agradas mucho.

—Me pregunto por qué, si me investigo entonces debe saber que soy un encanto.

No pude evitar reír, para negar.

—Claro, si tú lo dices. Entonces, ¿son para mí?—pregunte mirando el ramo a lo cual él me extendió las peonias las cuales tome gustosa.

—Por supuesto, si no quien más. No haría este tipo de cosas solo para adornar mi bello rostro.

—Entonces, ¿vas a seguir coqueteando desde el árbol o vas a entrar?

—Estaba esperando una invitación.

—Adelante a mis humildes aposentos.

Me hice a un lado para permitirle el paso, lo vi entrar con algo de dificultad y no pude evitar reír a carcajadas al verlo caer cuando entro a mi habitación , me acerque para verlo en el suelo bastante avergonzado.

—¿Necesitas ayuda?

—Estoy bien—dijo mientras se levantaba con rapidez.

—Entonces, ¿se puede saber el gran honor de tu visita?

—Quería verte, ¿no puedo ver a mi lindísima novia?

—Si, si puedes.

Lo ví mirar alrededor se detuvo en mi escritorio y observo el retrato donde estábamos Jaziel y yo en su cumpleaños lo ví hacer un mal gesto para luego mirar todas las fotografías, giro a verme.

Amigo Mio, Dame Esos CincoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora