Capítulo 05

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Algo estaba pasando, estoy totalmente seguro de ello y detesto que ella se tome su tiempo para hablar, no entiendo porque querer ocultar ese hecho que le molesta cuando obviamente yo no soy la persona implicada, ya que si fuese así ella no me habl...

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Algo estaba pasando, estoy totalmente seguro de ello y detesto que ella se tome su tiempo para hablar, no entiendo porque querer ocultar ese hecho que le molesta cuando obviamente yo no soy la persona implicada, ya que si fuese así ella no me hablaría, ni haría chistes pero aquí está hablando conmigo tan tranquilamente sobre las cosas que haría si fuese un pingüino. De acuerdo Jaziel piensa un poco porque obviamente preguntar no servirá de nada así que llega al punto de manera más estratégica, no creo que este molesta con su madre ambas hicieron su baile de despedida cuando nos marchamos y tampoco creo que este enojada con su padre pues permitió que besara su mejilla para después peinar su cabello, de hecho tampoco creo que este molesta por estar en su periodo pues lleva un pantalón blanco y siempre evita ese color cuando está en los días calamitosos de una mujer, entonces solo queda una opción.

—Ya me vas a contar que te hizo.

Ella arqueo sus cejas se veía confundida, bajo su sandwich y tomo un poco de su jugo.

—¿De que hablas?—pregunto por fin.

—Estas molesta, lo se.

—No estoy molesta.

—Claro que si.

—Eso no es cierto.

—Si, si lo es. Siempre que estás molesta por algo y no quieres decirme no dejas de soltar un quejido.

—Estoy un poco enferma de la garganta —se excuso.

—Te rascas la cabeza con desesperación.

—Es caspa—dijo rascándose la cabeza.

—Pero en especial te truenas los dedos.

—Un tic nervioso por el examen de matemáticas.

—Aun más importante evitas a esa persona porque no puedes ocultar tu disgusto.

—Y según tu, ¿a quien estoy evitando?

—Al falso de tu novio, Caleb.

—Eso no es cierto.

—Entonces, ¿por qué no está aquí con nosotros almorzando?

—Tiene partido este fin de semana dijo que entrenaría.

—¿En el almuerzo?

—¿Quien soy yo para juzgar sus acciones?

—Aja—solté sarcástico pues ella juzga casi todo, negué con la cabeza —Ya dime de una buena vez que te hizo.

—Aunque te cueste creerlo, no me hizo nada.

—¿Y por qué estás molesta?

—No estoy molesta.

—Tiare.

—Si sigues así voy a empezar a estar molesta contigo.

—Solo estoy preocupado por ti.

Amigo Mio, Dame Esos CincoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora