Capítulo 12

12 3 1
                                    

Solté un largo quejido mientras veía el enorme edificio, mire a Jaziel quien se estaba quitando el cinturón de seguridad y entonces solté otro gran quejido, volví mi mirada al edificio y otro quejido para comenzar a patalear

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Solté un largo quejido mientras veía el enorme edificio, mire a Jaziel quien se estaba quitando el cinturón de seguridad y entonces solté otro gran quejido, volví mi mirada al edificio y otro quejido para comenzar a patalear.

—Ni haciendo berrinche me vas a convencer de irnos, le prometí a tus padres traerte y estar contigo.

—Deberías tener una cita con Lira en vez de estar aquí conmigo.

—Debo asegurarme qué entres y tomes tus clases de apoyo.

—¿Y no puedes mentir?

—¿A quien? ¿A tu mamá? Es algo que ni tu puedes.

—Ella realmente huele las mentiras desde kilómetros.

La verdad no sabía cómo lo hacía y es que todavía no decía nada cuando ella ya sabía que mentía, al principio pensé que era porque yo tenía alguna mania que me delatara pero lograba descubrir a todo el mundo, era como un detector de mentiras andante.

—Como sea, necesitas ese grupo de apoyo.

—¿Por qué? Tu eres mi mejor apoyo.

—Y me alegro pero, yo también ocupo apoyo.

—¿Por qué? Nos tenemos mutuamente eso es más que suficientes —dije con una sonrisa para colocar mi mano sobre su hombro.

—No me vas a convencer ahora andando.

—Pero no quiero, además, ¿Que tiene de interesante ese lugar?

Miré el enorme edificio blanco con un extenso y hermoso jardin, tenía un enorme cartel en la entrada bastante colorido y de alguna forma sentía que lo iba a detestar, mire a Jaziel pero él solo bajo del auto, seguí su acción para mirar al frente y entonces mi vista se fijó en una chica que cargaba un pastel, se veía  molesta al igual que yo, estaba segura que también la habían obligado a venir a este horroroso lugar. Pensé en acercarme para hacerla mi amiga y maldecir juntas este lugar pero entonces algo inesperado sucedió, solté una enorme carcajada cuando ví a la chica caer sobre el pastel, puedo jurar que lo vi en cámara lenta, Jaziel me miro con regaño sin embargo no pude evitar reír más fuerte cuando la vi levantarse para comer un poco de pastel que tenía en el rostro, Jaziel me giro a verme mientras me pedia guardar silencio.

—No te rías, puede escucharte.

—¿Y que? Admitelo fue bastante divertido.

—Tiare, por favor—se acercó con prisa hasta donde me encontra para cubrir mi boca—No te rías.

Mordí la mano de Jaziel y él solo se quejo en silencio, miró hacia donde se encontraba la chica quien parecía ahora discutir con alguien.

—Ves, no fui la única que se rió de la chica.

—Y sería a ti a quien estaría gritando de haberte reído en su cara. Eso es vergonzoso, en momentos como estos lo mejor es fingir no haber visto nada.

Amigo Mio, Dame Esos CincoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora