Flotando entre asteroides.

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Habían comido algo y se habían cambiado por sus trajes de piloto. Samuel llevaba una chaqueta blanca con logotipos similares a flamas, unos guantes grises con detalles negros, y un pantalón de fibra de aeroseda. Pink llevaba una camisa hasta por encima del ombligo, un pantalón de campana de aeroseda, y un pequeño collar de prismarina, junto con guantes sin dedos. Toriko por su parte vestía un traje de piloto estándar modificado, con un aspecto notablemente tecnológico, de colores negro y celeste.
-Soy el único que va bien prepardo Musitó Toriko colocándose su casco.
-Eres el único que se cree que la necesita -Respondió Pink revisando su propio microchip
-Subamos de una vez y vámoos.
Cada uno subió a su propia nave, Samuel a su PHOENIX, una nave de combate especialmente modificada para grandes velocidades, y con un asiento de copiloto en el que Pink se sentó. Toriko por su parte subió a su BULL, una nave de asalto de tamaño menor diseñada especialmente para la resistencia y ataques kamikaze.
Samuel encendió el sistema de intercomunicación del PHOENIX, enlazandose con la nave de Toriko.
-Cuando gustes.
-Watashi ga nani ni torikunde iru no ka... (en la que me estoy metiendo...)
-¿Traducción? -Preguntó Pink algo confundida.
-Eh, nada, tonterías mías.
Los motores de fusión de plasma de ambas naves empezaron a andar, generando un ruido agradable pero fuerte. Primero fue BULL, elevándose unos metros en el hangar, manteniéndose fijo con sus propulsores de teknoplasma. Esperó unos instantes a que PHOENIX se elevase.
Los Marshalls tomaron las varas de señalizado, y empezaron a indicarles a ambas naves la ruta por el hangar que debían recorrer.
Las naves atravesaron el campo de atmósfera que delimitada la salida del hangar y entraron en el vacío.
Toriko activó su intercomunicador un momento.
-Les enviaré la ubicación a su consola.
-Yeah...

Estuvieron volando por aproximadamente más de 4 horas terrestres, pues la Milky Way estaba a varios cientos de kilómetros del cinturón de asteroides, y les tomó maniobrar constantemente para evitar estrellarse.
-Siento que Toriko ni se preocupa en no chocar, su nave tiene más plasticero que...que... -Samuel quedó en blanco mientras pilotaba.
-...Más plasticero que silicona en los pechos Aralin -Continuó Pink concentrada en escribir algo en su pantalla, aunque los constantes cambios de dirección lo impedian- ¡au! Eso dolió -Dijo luego de que un giro brusco la hizo chocar contra la palanca.
-Es difícil cariño, o chocamos aquí dentro o nos volvemos escombros... ojalá esa roca esté cerca...
Toriko por su parte revisaba el plan, tratando de desencripatrlo con todas la herramientas a su alcance. Apenas había conseguido avances.
-Ā, kangae sugite atama ga itaku natte kita (ah, me duele el cerebro de tanto pensar) -Dijo Matsumoto frotándose ambas sienes con los dedos.
Luego se levantó de su silla de mando y fue a la parte interna de su nave, buscando una barra de proteína seca. La abrió y comió con indiferencia, ya se había acostumbrado al sabor insípido de esta comida espacial.
Había dejado de pilotar su nave, por ende había dejado de moverse. No fue hasta que un molesto pitído del tablero lo sacó de su pequeña zona de confort, y al acercarse a ver casi se atraganta con un pedazo de su snack.
-Agh -Tosió varias veces, haciéndose a sí mismo la maniobra Heimlicht para escupir, luego se apresuró a activar su intercomunicador con PHOENIX- ¡Chicos tened cuidado...!
-¿Eh...? ¡Ah!
Samuel apenas tuvo tiempo de detenerse cuando, en los cristales de la cabina, se vio una enorme roca negra, que si PHOENIX no se hubiera detenido habrían chocado y probablemente muerto. La roca pasó de largo a gran velocidad.

Luego de esta casi vista a la muerte, consiguieron llegar al asteroide AJK-81773999, el asteroide blanco de la misión. Aterrizaron las naves cerca de uno de los crateres, y bajaron, cada uno con un traje de supervivencia espacial especialmente designado para cada especie. Toriko mantuvo su traje, solo activó el sistema de aire interno. Samuel se colocó un traje semi-robótico gris con franjas naranjas en el visor, reactores y piernas. Pink se colocó su traje de supervivencia negro con franjas rosadas a lo largo, el cual ocultaba bien sus curvas.
Bajaron, y debido a la baja gravedad debieron activar un sistema de caminata lunar. De esta forma activaron unas especies de "imanes" en las suelas de sus pies, que les permitían andar sin riesgo de salir volando.
-Vale -Dijo Pink moviendo sus orejas para tratar de identificar lo que había cerca- veamos que tan profundo es esto.
Se pararon a la orilla del cráter, y Toriko sacó una pequeña bengala sólida, más similar a una varita luminosa. La hizo crujir para que brille, revelando una luz blanca muy potente, y luego la dejó caer por el agujero. Luego de eso empezó a contar mentalmente.
-1, 2, 3, 4, 5, 6...
-Es... profundo -Dijo Pink mirando hacia abajo.
-... 12, 13, , 14, 15, 16... Nante kotoda (Santa Mierda), es el agujero más profundo que he visto... -Justo entonces Pink pudo detectar el sonido de la bengala chocando con el fondo, con lo que hizo un gesto con su mano- vale... como 25 segundos de caída.
-Son como unos... -Pink sacó su pantalla de su microchip y empezó a hacer cálculos- ... más de 500 metros, eso contando la gravedad casi lunar...
Se quedaron unos instantes viendo el cráter, hasta que Samuel cogió una roca negruzco y la arrojó dentro. Poco después le siguió Toriko, para la sorpresa de Pink.
-¿Qué haceis?
Toriko se apresuró a contestar.
-Hombre tirar piedra, hombre ser feliz -Luego de decir eso estalló en risotadas, a las que se unió Samuel.
-Los humanos me confunden.
Luego de que se calmaron, empezaron a sacar algo de material de expedición de sus naves. Clavaron una estaca de acero en la superficie del cráter, atando en esta una cuerda de aerofibra y fibras de duraluminio.
Toriko tomó una linterna flotante, colocó sus manos a ambos lados de esta, y de pronto una energía azul empezó a emanar de su cuerpo hacia la herramienta, tras lo cual esta se activó, encendiendo su luz y flotando alrededor de Toriko.
-Primer uso de la TEK hoy, ¿no? -Dijo Samuel de forma irónica, haciendo lo mismo para él y para Pink.
-Bajémos a este hoyo cuanto antes y larguémonos de aquí.
Se ataron la cuerda a sus cinturas, y lentamente empezaron a bajar, primero Toriko por ser el más pesado, luego Samuel, y por último Pink.
Conforme bajaron fueron alumbrando el lugar, y Pink pudo ver el leve destello morado del Elemento en bruto. Sonrió dentro de su casco para si misma.

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