Pink se encontraba ahora pilotando la PHOENIX, pues Samuel estaba organizando un par de cosas en el limitado inventario de la nave.
-Por cosas como está, viajes así de largos, desesría que fueses un piloto de carguero en lugar de uno de combate -Dijo la tragdanian moviendo solo sus orejas como señal de disgusto.
El humano no respondió, pues estaba bastante lejos de ella y muy enfocado en contabilizar las escalas pertenencias que tenían. Ella suspiró mientras bajaba la cabeza una instante. Estaban cerca de un planeta conocido en ese cuadrante, Miocines-Prime, un gigantesco planeta mercado, en donde no solo habían tiendas en la superficie prácticamente llana del mundo, sino también en su interior.
Ambos habían pensado en pasar de forma rápida y abastecerse de provisiones, pero habían desistido al notar que el radar de pulsos había detectado múltiples unidades Kroundal. De alguna forma esos "rebeldes" se habían hecho con gran cantidad de naves en muy poco tiempo, y estaban casi en todas partes. Gracias a ello Pink se vio forzada a desactivar el rastreador de la nave para que, si un radar les detectaba, no se supiera que venían de la Milky Way, aunque claro, desactivar esa pieza no era muy fácil y aún trabajaba en ello cuando podía.
La alien rosa colocó el sistema de pilotaje automático un momento, se levantó de la silla en donde quedaron marcadas sus caderas por el peso, y volvió a bajar a la pequeña sala de máquinas de la nave, para seguir en su desafiante hazaña de desactivar el molesto rastreador. Se colocó en posición, empezando a jalar cables con cuidado para desconectar los, cuando de repente un cable cayó sobre su rostro con la parte metálica haciendo contacto en su piel suave.
Se asustó un momento, hasta que recordó que su especie era increíblemente resistente al daño por energía, así que, aunque sabiendo que ese cable estaba emitiendo un voltaje más que mortal para un ser humano, quizás 200.000 V o más, ella solo sintió un cosquilleo. Suspirando aliviada y nerviosa, tomó el cable eléctrico por el metal de la punta, pasando el cosquilleo a sus dedos, y apartándolo de si.
-Sigh -El suspiro se hizo notorio sobre todo por el ahora desvaneciente miedo que cargaba, y tras eso continuó trabajando en los circuitos.
Samuel por su parte había regresado del almacenamiento, y antes de siquiera ponerse a buscar a su novia escuchó el sonido de tuercas, llaves y demás artilugios bajo él. Sabía demasiado bien que era Pink trabajando, llevaba años conociéndola y sabía que tenía una pasión por la tecnología casi tan grande como sus caderas. Rio para sus adentros, ante lo que Pink respondió.
-Te escuché -Dijo ella sin dejar de hacer ruidos.
-Es difícil ser sigiloso contigo, bueno... -El humano se acercó a la cámara de pilotaje, sentándose y tomando el mando nuevamente, aunque pronto se llevó una mano a la cabeza, gimiendo de dolor- ahhhhhh...
-¿Samy? ¿Estás bien? -Preguntó la tragdanian deteniéndose un instante.
-Si, solo que aún estoy algo dolido por lo del T.E.K de hace rato, y pues, dormir no me ayudó mucho, pero es solo una resaca a estas alturas.
-¿Seguro que no quieres descansar más? -Preguntó ella asomándose desde abajo.
-Cariño, el médico soy yo, sé cuándo estoy bien y cuando no -Respondió el humano sonriendo con algunas dificultades, tratando de calmarla.
-Mhhghhg, bien, pero si te sientes mal solo descansa, no...
-Estoy bien -Dijo tratando de hacerla entrar en razón, tras lo cual ella volvió a la sala de máquinas.
Él por su parte miró el planeta-mercado, ubicado a la izquierda de donde estaba pasando la nave. Era el mercado más cercano que tenían de camino a su destino, pero no podían arriesgarse a pasar por los kroundals. Samuel pensó, abriendo en el tablero el sistema de mapas planetarios, con el que observó la "anatomía" del planeta. Durante unos instantes no pasó nada, hasta que al dar vuelta sobre el eje del cuerpo en el mapa vio el gigantesco agujero en su superficie, equivalente a la tormenta de Júpiter en un planeta del tamaño de Saturno. Era el acceso "Deu-raki", y se le ocurrió una idea que, si bien no era alocada, era más arriesgada que la entrada habitual, sobre todo porque dicha fosa era la principal entrada al submundo de Miocines-Prime.
ESTÁS LEYENDO
Intra Spatium
FantasiaLuego del descubrimiento del "Elemento" en el año 202X, el universo entero se vio afectado por aquel mineral. Hoy, más de 10 milenios después, las diversas especies de la Vía Láctea forman parte de la Federación Galáctica T.E.K, intentando llevar v...