Cap 5 Una interrupción poco deseada

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Estoy despertando y ciento sus labios sobre mi cuello, Ethan me susurra 

-Necesito una probadita de ti- Retrocedo ante su atención me estoy despertando pero después del sueño de anoche no creo poder decirle que no, si no pongo una distancia física real entre nosotros.

-Solo una pequeña, no pasara nada- Cuando voy a replicarle

Ethan me toma de la cintura y me estrecha contra su cuerpo, segundo después eleva mi cuerpo.

-¿Que haces?- 

-Soy un hombre de palabra, solo te daré una probadita a menos mi luna que tu me ruegues por mas y si es para probar tu coño, juro que lo hare- Ethan lo sabia tenia que iniciar el contacto intimo después de llevarla al mundo de la diosa, para vincularla más con el.

Sube mi camisa de Elizabeth hasta la altura del ombligo. Sus bragas eran practicas, una mujer que no pensaba en una noche con un amante y eso activo más la posesividad de su lobo.

El Lobo, bate esos pensamientos y se centra en aquel coño que se veía diminuto. cuando escucha a su luna

-Ethan que me haces, por favor- El no sabe si es para que se detenga o un deseo de más de su parte, sabe a ciencia cierta que su Luna lo necesita.

-Clámate mi luna, mantendré mi promesa-

Ethan vuelve a colocarse frente a su vulva, mientras acaricia el abdomen blanquecino de su mujer, es tan suave y sedosa su piel que lo hace morderse los labios.

Las piernas de Elizabeth estaban abiertas y acomodadas alrededor de su cintura mientras que el saboreaba la exquisitez de su cuerpo.

-Eres tan suave..- aquella mención hizo que Elizabeth se le enrojecieran las mejillas 

-No veo el momento que folle todo tu cuerpo. Mi luna-

Ella aplana sus labios al mismo tiempo que el muerde la carne interna de su boca.

Ethan llevó sus dedos traviesos a la liga de sus bragas y muy lentamente comenzó a introducir sus dedos sintiendo que toda la piel has allá abajo era muy suave. Hacia muchos años que no entraba en el mundo del sexo oras. De Hecho no recordaba la última vez que se comió el coño de una, lo cierto es que nunca sintió interés por hacérselo a nadie, pero con su Luna era distinto, el de ella lo provocaba era como un llamado.

El decide bajar la braga por completo y es cuando ella presiona sus manos al rededor de las suyas.

-Espera Ethan- suelta en un susurro

Ethan no dejaría que ella se arrepintiese de nada - Te demostrare lo bueno que será entre nosotros, una vez que te folle hasta el cansancio no querrás que te deje- Como si eso fuese posible.

Ethan enfoca la mirada, que nuevamente es amarilla, ya Elizabeth acordó con su mente que se estaba volviendo loco o tendría pronto que ir a un colega oftalmólogo. 

Pero Ethan solo piensa en el coño de su luna y al verlo su verga vibró. Ella era toda menuda, sus labios vaginales eran tan diminutos que a duras penas lograba verlos al detalle. Tan rosados y tan tersos. Valia la pena darle una mamada a ese coño... así que le echa una ultima mirada al cuerpo lascivo de su luna extendido sobre su lecho, quien mantenía las mejillas muy rojas y su cuerpo con la tensión normal de la anticipación. Pero el solo sonríe y  baja sus labios hasta el coño de ella.

Hasta su aroma era increíble, su Luna olía deliciosa. Acerco su nariz hasta la abertura de su vagina y lo primero que hizo fue aspirar profundamente el coño, embriagándose de él. Y aquella acción hizo que se le aguara la boca cosa que no sucedía desde hace mucho tiempo, ninguna mujer ocasionaba algo como eso en su cuerpo...

Elizabeth cierra los ojos con fuerza al ver que Ethan inclina su rostro hasta su coño. ella sintió la tibia respiración de él sobre su vagina y eso la hizo tensarse más de lo que estaba. Muerde sus labios al percatarse del millón de sanciones que escurren por su cuerpo. 

Luego escucha como él empieza a olerla y eso le hace abrir los ojos, se preocupó, puesto que desconocía de su olor corporal.

-No me mires así me da mucha vergüenza- Expreso Elizabeth

-Así como?... Como mía?- Las palabras de Elizabeth no servían de nada, por el contrario los gruesos dedos del Alfa tocaron su sexo, con la intención de indagar si ella estaba tan cerrada como lo parecía. 

lo siguiente es que Ethan rozó su coño, con su lengua. -¡Oh, por todos los cielos! - exclamo ella con voz gemida. Arqueando un poco su cuerpo ante el contacto, pero Ethan reposó una mano sobre su estómago y le hizo bajar la cadera. El siguió probando ese dulce nuevo, muy dulce pensó. Y al instante de tocarla, ella jadeó, eso fue una excelente señal para él. Así que se aventuró  a penetrar su coño con la lengua mientras la sujetaba de los muslos.

Abrió un poco más sus piernas y con ello consiguió ver a plenitud los labios superiores e inferiores de ese coño que le llamaba. Eran tan firmes y pequeños, esa abertura tan estrecha que su verga iba a explotar. Mierda y pensar que era toda suya. Como iba a gozar follándose ese coño rosadito. El Lobo volvió acercar su boca a los labios vaginales sacando su lengua para lamer todo su coño. Ethan no paraba de hacerlo como si fuese un helado, lamida tras lamida. Era tan deliciosa que no podía parar de chuparle la vagina. Jugaba con ella cambiando el ritmo entre sus jadeos, lamidas lentas hasta que se detuvo en el agujero e introdujo su lengua fuertemente y empieza a penetrar de forma constante ese coño con su lengua. 

Mientras que Elizabeth se aferraba a sus muslos como si se les fuera la vida. Ella no podía comprender lo que sentía, era la primera vez que un hombre la dominaba de esa forma como si sintiera lo que necesitaba ese hormigueo formado en su bajo vientre que se tornaba atormentador, la mantenía en una montaña rusa, subía y bajaba con fuerza.

Toda ella estaba caliente, como si su piel estuviese en llamas. ella seguía aferrándose a el, mientras reprimía algo desde su garganta.

No estaba segura de decir palabra alguna, cualquier cosa podría arruinar este momento, lo que ella por primera vez estaba sintiendo. 

-No te contengas, mi Elizabeth. Si quieres jadear, gritar, gemir o morderme hazlo... no quiero que te reprimas de nada conmigo- Expreso Ethan - Entiendes?-

La voz seductora de Ethan, la hizo soltar el aliento y con ello jadeo fuerte, algo jamás imagino salir de su garganta previamente silenciada por sus miedos.

El siguió torturándola con su lengua posada determinada en su vagina y con ello ella gimió, arqueando su cuerpo buscando más placer.

-Que me haces?- pregunte sorprendida mientras movía mis caderas por mero instinto, incitándolo a dar un poco más.

ETHAN

Mierda, ciento el toque mental de mi madre, la Alfa es algo que hasta mi acenso no puedo apartar, viene subiendo a mi casa, debo parar para que nos encuentre en mejor forma que mi cara bañada en la humedad de mi luna. Doy una ultima Lamida (por ahora) y escucho su exquisito de placer al explotar su cuerpo.

-Mi luna, debemos levantarnos o no saldremos de esta cama- Ella me mira sorprendida. Necesito sacarla de la cama sin que se de cuenta que se que viene llegando mi madre, cuando escucho el sonido de la puerta principal abriéndose y el inconfundible grito de una mujer llamando, miro a Elizabeth y su cara de confundida par la voz de mi madre es de asombro, pero mucho más de molestia, rápidamente y para aclarar su confusión -Es mi madre, vistámonos para presentártela-

Ahora no se quien esta más nervioso, si ella o yo.

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⏰ Última actualización: Jun 03, 2024 ⏰

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